Clara Cortina, demógrafa del CESID.

1. ¿Cómo valora el hecho de que el descenso del número de abortos totales se deba, según las clínicas abortivas, a la disminución en el número de mujeres inmigrantes que abortan?

Es un dato esperable. Además, desde hace un año se ha introducido la píldora del día después y es posible que los datos, en este caso, se crucen: las mujeres inmigrantes también están ya accediendo a este método anticonceptivo.

2. ¿La mujer inmigrante puede tener un menor acceso a los anticonceptivos por cuestiones culturales?

Es cierto que la cultura relacionada con la anticoncepción es distinta según los países, pero, por ejemplo, en Latinoamérica o en Europa del Este el uso de los anticonceptivos está muy extendido entre la población.

3. ¿La maternidad es una prioridad para la inmigrante que resideen España?

Hay bastante mito con esa idea. Las mujeres inmigrantes tienen hijos en España porque su llegada suele coincidir con el reagrupamiento familiar con el marido o con que llegan muy jóvenes y enseguida entran en unión con los hombres. Lo de la prioridad tan sólo valdría para las mujeres africanas, pero no para el resto. En general, para ellas, los hijos no son más importantes que el trabajo.

4. ¿Renunciaría entonces una mujer inmigrante a tener hijos por la crisis económica?

Perfectamente. Pueden no querer tener hijos porque no tienen trabajo. La estadística determinará dentro de unos años que la mujer inmigrante en edad de ser madre actualmente no está teniendo más hijos que la mujer española. Hay que tener en cuenta también que muchos de estos embarazos no deseados son producto de relaciones no estables.

5. ¿Y tienen derecho a elegir su propia sexualidad, a poder tomar, por ejemplo, anticonceptivos femeninos?

Quiero creer que sí. Otra cosa es cómo se produzca dentro de la pareja las negociaciones a la hora de, por ejemplo, utilizar el condón.