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El timo de mezclar a Hitler con Freud

La Iglesia de la Cienciología aprovecha una muestra contra la psiquiatría para lucrarse de forma irregular

JAVIER SALAS

El holocausto nazi, el gulag soviético, el racismo del Ku Klux Klan, la matanza en Columbine y el suicidio de Hemingway tienen un mismo responsable: la psiquiatría. Según una exposición recién inaugurada en Madrid, esta especialidad médica de la salud mental está en el origen de todos los males debido a un 'plan maestro' que están llevando a cabo los psiquiatras.

La exposición La psiquiatría, una industria de la muerte, que se anuncia como no apta para menores por las crudas imágenes que se exhiben, está organizada por una asociación denominada Comisión Ciudadana de Derechos Humanos (CCDH). Un nombre rimbombante para una organización que no es más que uno de los muchos satélites con los que cuenta la Iglesia de la Cienciología para desplegar sus tentáculos en la sociedad.

La CCDH se jacta de estar reconocida por el Ministerio del Interior como asociación de utilidad pública, un aval oficial que permite contar con exenciones y beneficios fiscales. Además, los donantes de este tipo de entidades disfrutan de la ventaja de la desgravación fiscal.

Los folletos de la exposición invitan a los visitantes a adquirir los innumerables DVD que la Cienciología ha editado para dar a conocer su verdad: 'Ármese con los hechos, encargue ejemplares adicionales del DVD', reclaman los folletos. Todo, a pesar de que el ánimo de lucro inhabilita a una asociación para recibir la declaración de utilidad pública.

Nada en la muestra hace referencia a la Cienciología, y los propios encargados de la exposición aseguran que no buscan hacer proselitismo para su credo, sino tan sólo compartir su dramática denuncia con la sociedad.

'Cada vez muere más gente por culpa de los fármacos que recetan los psiquiatras', afirma a este diario el presidente de la Cienciología en España, Iván Arjona, horas antes de que se inaugurase la exposición en un céntrico local madrileño, alquilado expresamente para esta exhibición que la CCDH mueve de forma itinerante por toda Europa.

Supervisando el montaje de la muestra, le acompaña el presidente de la división española de la CCDH, Salvador Fernández, cienciólogo también, como todos los operarios voluntarios que se encargaban apresuradamente de montar los grandes paneles de la exposición en los que se mezcla a Hitler con la industria farmacéutica y con explícitas imágenes de lobotomías decimonónicas.

 

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