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Una jueza conservadora relevará a De la Rúa

La división del CGPJ facilita el desatasco de nombramientos y la sustitución del juez 'más que amigo' del presidente valenciano

ÁNGELES VÁZQUEZ

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cumplió ayer con su principal función logrando el nombramiento de seis presidentes de Tribunales Superiores de Justicia (TSJM). Entre ellos, el de Pilar de la Oliva, miembro de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura, en sustitución de Juan Luis de la Rúa al frente del TSJ de la Comunidad Valenciana (TSJCV).

El desatasco de los nombramientos que todavía no se ha solucionado para la plaza vacante por jubilación de la Sala Segunda del Tribunal Supremo ha sido posible gracias a dos factores. El primero, la necesidad de realizarlos para evitar el desgaste que suponía para la institución su incapacidad de alcanzar un consenso suficiente para renovar los cargos judiciales que requieren una mayoría de 13 votos.

El otro ha sido fundamental para los nombramientos, aunque también lo fue para posponerlos. Consiste en las divisiones que se han producido en los bloques tradicionales del Consejo entre vocales progresistas y conservadores.

Para relevar al juez al que el president de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, llamó 'más que amigo', ha sido necesario designar también presidente del TSJ andaluz a Lorenzo del Río. El presidente de la Audiencia Provincial de Cádiz fue portavoz de la asociación Francisco de Vitoria, el mismo cargo que ocupó en Jueces para la Democracia el flamante titular del TSJ de Catalunya, Miguel Ángel Gimeno.

Precisamente, el nombramiento de este último dividió durante meses a los vocales progresistas del CGPJ. Un sector consideraba prioritario que se nombrara un magistrado de talante progresista en el TSJ valenciano, que tiene en sus manos una parte del caso Gürtel, mientras que otro, capitaneado por Margarita Robles, prefería renunciar a esta plaza, a cambio de sustituir a Maria Eugènia Alegret, de la APM, en Catalunya. Y eso que muchos coinciden en su buen hacer durante su primer mandato y es habitual renovar estos cargos en esas circunstancias.

Para que hubiera nombramientos, el otro sector progresista optó por ceder Valencia, siempre y cuando también se eligiera al presidente del TSJ andaluz y no fuera un conservador, como querían los vocales propuestos por el PP.

Pero el férreo bloque que tradicionalmente han mantenido los magistrados conservadores ayer se rompió. Y dos vocales, Concepción Espejel y Claro José Fernández, se alinearon con los progresistas. Así también se reeligió a Vicente Manuel Rouco en Castilla-La Mancha, a Antonio Juan Castro en Canarias y a José Luis Concepción en Castilla y León.

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