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Nuevo bloqueo informativo de Marruecos a la prensa española

Un grupo de nueve periodistas, entre ellos una redactora de 'Público', no han podido ni bajarse del avión que cubría la ruta Las Palmas-El Aaiún

SUSANA HIDALGO

'Este es un vuelo de alto riesgo, recomiendo que mantengan la calma vean lo que vean por bien de la seguridad aérea', alertaba ya antes de partir el piloto del vuelo Las Palmas-El Aaiún, el primero que fletaba BinterCanarias para cubrir ese recorrido después del asalto al campamento de la dignidad el pasado lunes.

Los peores presagios se cumplieron y las autoridades marroquíes volvieron a impedir ayer la entrada a El Aaiún, la capital del Sáhara ocupado, a la prensa española. Un grupo de nueve periodistas (Público, Antena 3, Onda Cero, TVE, EFE y France Press) que viajaba en el primer vuelo que fletaba la compañía no pudieron ni bajarse del avión.

Al aterrizar en El Aaiún, tras un trayecto de 45 minutos, la policía y los militares tenían tomado el aeropuerto y las pistas de aterrizaje

Al aterrizar en El Aaiún, tras un trayecto de 45 minutos, la policía y los militares tenían tomado el aeropuerto y las pistas de aterrizaje. El resto de pasajeros (en total en el vuelo iban 62 personas), todos saharauis y marroquíes, bajaron sin problemas.

Los periodistas españoles se quedaron dentro y a los cinco minutos entró la policía marroquí a pedir los pasaportes y a preguntar para qué medios trabajaba cada uno. Después de 40 minutos de espera, el piloto comunicó a los nueve españoles que las autoridades marroquíes no permitían que bajasen del avión. Sin más explicaciones.

A los 20 minutos, comenzó de nuevo el embarque para volver a Las Palmas, en el vuelo se subieron también los tres periodistas de la cadena Ser que han sido expulsados por Marruecos.

En el vuelo de regreso, al igual que en el de ida, hubo bastante tensión, algunos marroquíes protestaron cuando algún fotógrafo intentaba tomar imágenes. 'Mejor no', instaba una azafata. 'He estado seis días sin poder salir de casa a comprar el pan, he estado cenando arroz y espaguetti', contaba en voz muy baja Hassan, un argelino que regresaba a Las Palmas después de pasar una temporada en El Aaiún.

En el vuelo también había un empresario español. 'Está como cuentan los periódicos', contestaba lacónico a la pregunta: '¿Cómo está la cosa?'.

Varios equipos de televisión están intentando entrar a El Aaiún por vía terrestre Las tretas de los medios de comunicación para burlar el bloqueo informativo pasan desde mentir cuando las autoridades preguntan por la profesión o por buscar alternativas al avión por carretera. En estos momentos varios equipos de televisión están intentando entrar a El Aaiún por vía terrestre, que fue la que utilizaron los periodistas de la cadena Ser para burlar el dispositivo de vigilancia marroquí.

 

En el vuelo de regreso de El Aaiún, viajaba también Ali Said, de 28 años, que resumía con un “la cosa está muy chunga” la situación. “Como en Palestina”, agregaba. ¿Has visto muertos, o heridos? “No, pero hay muchas fotos cogidas con los teléfonos móviles”, señalaba antes de decir que su familia está “bien”. “Mira, te enseño una foto”, continúa Ali, y del móvil surgen imágenes de un coche totalmente destrozado. “Es el coche de mi madre, los cristales...”. A la conversación, ya en el aeropuerto de Las Palmas, se une Mohamed Maha, de 28 años, que trabajaba en el campamento de la Dignidad como “miembro de seguridad”. Dejó la ciudad “el día antes del fuego”. Por eso él y su familia “están bien, gracias a dios”.

 

El grupo crece y una mujer se queja: “La situación en el Sáhara está muy difícil”. “A las cinco de la mañana llega la policía y pom, pom, pom”, cuenta y rompe a llorar. “Toda la comunidad internacional, los libertadores... ¡Que nos ayuden!”, agrega su hijo, pidiendo además libertad de información para que los periodistas dejen de ser noticia y el protagonismo regrese, de nuevo, a El Aaiún.

 

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