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Zapatero teme que la mejora del empleo sea reversible

El presidente afirma que no habrá marcha atrás en la reforma laboral y que sacará adelante la de las pensiones. Rajoy dedica el debate sobre empleo a pedir elecciones

MIGUEL ÁNGEL MARFULL

La fuerza de los hechos: 4,5 millones de parados y una caja pública sin fondos para anuncios de bombo y platillo, bastaban para augurar a José Luis Rodríguez Zapatero poco margen para superar con éxito el trago de un debate con el paro como argumento. Hasta que llegó Mariano Rajoy para allanarle el camino y servirle en bandeja una salida más que airosa.

El líder del PP rizó el rizo de su cicatería propositiva y planteó una sola medida: un adelanto electoral como fórmula salvífica contra la crisis. Ese encogerse de hombros ante el paro cargó los argumentos de un Zapatero que trasladó al Congreso pocas novedades en el capítulo de anuncios.

El Gobierno apruebahoy un calendario de prioridades en la lucha contra el paro

'No hace nada, ni dice nada, ni propone nada', recriminó el presidente a Rajoy. '¿Saben por qué es tan fácil criticar así? Porque no cuesta ningún esfuerzo'. El jefe del Ejecutivo se encontró ante un escaño vacío al frente de las filas del PP en sentido literal y figurado, ya que Rajoy se ausentó del hemiciclo durante buena parte del debate y buscó en su réplica a la única propuesta del líder conservador su mejor arma para conquistar el debate.

'La aportación básica de su tarea como líder de la oposición es pedir elecciones para ver si en alguna cae la suerte de que las gane', espetó a Rajoy. 'Precisamente porque hace esos discursos, usted mismo se resta posibilidades [...]. No va a pasar', pronosticó Zapatero, tras reprochar al jefe de la oposición que su 'preocupación no sean los parados', sino 'saber si tiene alguna posibilidad de llegar a la Moncloa', prioridad que tachó de 'obscena'.

'Lo más destacado de su intervención usted mismo lo ha dicho en una frase es: ¿Qué quieren que haga yo? Esa es su actitud, no hacer nada', coronó Zapatero su rosario de reproches.

'¡Que se besen!', se oyó en el hemiciclo ante los halagos de Zapatero al PNV

Poco antes, el jefe del Ejecutivo apuntó su hoja de ruta para los próximos meses tras avisar de que 'la mejora del empleo es tan débil que no asegura un cambio irreversible de tendencia'. Para conjurar este riesgo, Zapatero anunció un 'plan de acción' para los próximos 15 meses que se aprobará hoy y se construirá sobre dos pilares estructurales: el desarrollo de la reforma laboral y la reforma del sistema de pensiones, que estará lista en el primer trimestre de 2011. No habrá así marcha atrás en estos dos capítulos, como le reclamó la izquierda minoritaria con énfasis y el resto de la oposición de forma más templada.

Sin valorar la agenda esbozada por Zapatero, Rajoy se limitó a apelar a las urnas: 'El único camino para que el Gobierno recupere el crédito es hacerlo nuevo y eso pasa por unas elecciones generales'. 'Lo que debería hacer es darle la palabra a los españoles, que lo están deseando', insistió en su réplica el líder del PP. Sin más aportación por su parte, el hueco vacío de propuestas que dejó el líder conservador lo ocupó el portavoz de CiU.

'Llevamos una hora y 19 minutos sin hablar de empleo', arrancó Josep Antoni Duran i Lleida, antes de enunciar una veintena de propuestas ceñidas a cuatro ámbitos: estímulos a la contratación, revisión de las políticas activas de empleo, desarrollo de la reforma laboral y apoyo a emprendedores y autónomos.

'La política laboral de su Gobierno es la misma de hace 20 años. El país ha cambiado a fondo, pero la política laboral no', denunció un Duran tan atildado en las formas como crítico en el fondo.

Zapatero le agradeció este tono en su respuesta, igual que ensalzó, inmediatamente después, las intervenciones del PNV y Coalición Canaria, socios presupuestarios del Ejecutivo, que aparcaron el trazo grueso en sus críticas. 'Estoy de acuerdo con su intervención, su postura y su actitud y, sinceramente, muy agradecido', aplaudió el presidente al portavoz del Grupo Vasco.

'¡Que se besen!', bromeó una voz anónima y con sordina en el hemiciclo. 'No estamos en crisis, sino ante un cambio de paradigma', defendió Josu Erkoreka, que hizo descansar sobre tres puntos su receta: mejora del marco laboral y de la Formación Profesional e implementación de los recursos de I+D+i de las empresas para mejorar su competitividad.

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