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Estrasburgo puede con Alexia

El Tribunal Europeo falla que la Justicia española no discriminó a una transexual al limitarle las visitas a su hijo cuando se cambió de sexo

ANNA FLOTATS

Alexia Pardo perdió la custodia compartida de su hijo cuando decidió dejar de ser Alejandro Crespo. En 2004, esta transexual comenzó el proceso de cambio de sexo y ese fue el motivo que alegó su ex mujer para que un juez de Lugo le restringiera el régimen de visitas. Alexia recurrió sin éxito la sentencia ante el juzgado, la Audiencia Provincial de Lugo y el Tribunal Constitucional. Su única esperanza era que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos fallara a su favor y admitiera que la Justicia española la había discriminado por transexual, pero ayer esta institución con sede en Estrasburgo (Francia) le negó la razón.

El Tribunal de Derechos Humanos sentenció que la transexualidad de Alexia 'no motivó el cambio de régimen de visitas' a su hijo, que ahora tiene 13 años, y que 'el interés superior del menor' ha sido lo que 'ha prevalecido en la toma de la decisión'. Alexia estaba ayer 'indignada, enfadada, destrozada y de mal humor'.

Su ex mujer alegó que el tratamiento hormonal le estaba afectando

Cuando Alexia (aún Alejandro) se separó de su mujer en 2002, el juez otorgó la patria potestad a los dos padres. Dos años después, la madre pidió que se negara la patria potestad del menor al padre y que le prohibiesen visitar al niño porque Alejandro había comenzado un tratamiento hormonal para la reasignación sexual y 'se vestía como una mujer'.

Un Juzgado de Primera Instancia de Lugo rechazó ambas demandas, pero fijó un régimen de visitas 'idéntico al que se suele aplicar a personas acusadas de abusos sexuales o con historial delictivo', afirmó ayer el abogado de la transexual, Manuel Ródenas. Alexia y su hijo se veían dos horas cada 15 días, en un punto de encuentro de Lugo, y siempre bajo supervisión de un psicólogo.

El juez basó su decisión en un informe psicológico que, según Ródenas, demostraba 'el estrés' que sufría Alexia. 'Me estaban quitando a mi hijo, ¿cómo no iba a tener estrés?', se pregunta ella. Su abogado recurrió este análisis porque 'la persona que lo hizo no acreditaba la solvencia profesional suficiente'.

Alexia: 'Me estaban quitando a mi hijo, ¿cómo no iba a tener estrés?'

La Audiencia Provincial de Lugo confirmó la sentencia. En 2006, a petición de Alexia, el juez aumentó las visitas a ocho horas, dos días por semana. 'Mi hijo quería estar conmigo -recuerda Alexia-; ¿por qué no me preguntan a mí que quiero?, me decía'.

Después de todo el periplo judicial por España, Alexia recurrió a Estrasburgo. Ella y su abogado denuncian la 'incoherencia' de la sentencia, que primero dice que 'la transexualidad es responsable' de la restricción de visitas y más tarde que 'la transexualidad no era el motivo de la decisión de cambiar el régimen de visitas'.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales entiende que el fallo se basa en la 'transfobia'. Alexia solicitará ahora que su caso se reenvíe a la Gran Sala del Tribunal.

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