Público
Público

Rubalcaba, el favorito del embajador de Bush en España

Los cables de Wikileaks revelan las relaciones de la embajada con los miembros del Gobierno

MARCO SCHWARTZ

Enero de 2009. El embajador de EEUU en España, Eduardo Aguirre, mantiene una serie de encuentros de despedida con altos funcionarios del Gobierno español antes de dejar el cargo el 20 de ese mes. Aguirre es hombre de la máxima confianza de George W. Bush, el mandatario ultraconservador que acaba de dejar la Casa Blanca. Ha sido embajador desde junio de 2005, en una etapa muy turbulenta de las relaciones bilaterales, dominada por la animadversión de Bush al presidente Zapatero por su decisión de retirar las tropas españolas de Irak. Fruto de esos encuentros, la embajada estadoundiense elabora un informe 'secreto' el 21 de enero en el que recoge los 'pensamientos finales' de Aguirre sobre cómo la Administración Obama debe tratar con el Gobierno español. El informe revela que el hoy vicepresidente primero y a la sazón ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, era el favorito del embajador, junto al secretario general de Presidencia, Bernardino León.

'El embajador recomienda que Rubalcaba que es muy accesible a la embajada pese a su apretada agenda se mantenga como un contacto que el Gobierno de EEUU debe cultivar tanto si permanece en el cargo como si no, porque en cualquier caso seguirá siendo un actor importante en la política española', señala el informe, uno de los documentos secretos o confidenciales de la Secretaría de Estado norteamericana que ha filtrado Wikileaks y que ha publicado El País. Según el citado informe, el embajador 'ha sugerido que Rubalcaba se ve a sí mismo como la persona más lista del Gabinete, pero sin sentir arrogancia por ello'. El ministro, añade el texto, 'encabeza la lista del embajador de los ministros más impresionantes del Gobierno español'.

'Es eficaz para conseguir cosas a nuestro favor', dicen del vicepresidente

Seis meses después, el 7 de abril de 2009, la embajada de EEUU encabezada por su encargado de negocios, Arnold Chacon, ya que el actual embajador, Alan Solomont, sólo tomaría posesión en enero de 2010, elabora un informe 'confidencial' sobre los preparativos de un viaje de Rubalcaba a EEUU que reafirma al ministro como político clave para los estadounidenses. Dice que es 'el miembro más impresionante del gabinete de Zapatero y un aliado útil y poderoso'. Y añade que 'es un contacto valioso de la embajada, que lo considera accesible y eficaz a la hora de conseguir que las cosas se hagan a nuestro favor'. El documento no especifica qué eventuales servicios les habría prestado el ministro.

El embajador Aguirre también encontró un firme aliado en el secretario general de la Presidencia, Bernardino León, al que se refiere como el 'chico de oro' del Gobierno. 'El embajador opina que la carrera de León lo llevará mucho más lejos de donde está ahora y vislumbra que algún día será ministro de Exteriores. En este momento, León es más importante para Zapatero que el ministro Moratinos o cualquier otro ministro', señala el informe de enero de 2009.

León informó al embajador sobre el plan de venta de una parte de Repsol

La confianza era tal, que León despachaba con el embajador asuntos de interés estratégico para España. El 22 de diciembre de 2008, el secretario general de Presidencia y el embajador de EEUU celebran una cena en la que el primero cuenta que 'Zapatero le ha encargado asegurarse de que la posible compra de una gran participación de Repsol por parte de la compañía rusa Lukoil se haga en términos políticamente aceptables'. 'León está intentando que Lukoil limite su compra al 20% propiedad de Sacyr Vallehermoso, en lugar del 30%, de modo que Lukoil no se convierta en el accionista más influyente de Repsol', añade el informe sobre la cena, que también refleja el interés del rey en la operación. 'El rey Juan Carlos también ha sido un proponente del acuerdo, que es considerado una vía para reforzar las relaciones de España con Rusia'.

Poco antes, el 26 de noviembre, Público había desvelado en exclusiva la existencia de dichas negociaciones. La noticia daba cuenta de que, el 20 de noviembre, el rey, buen amigo de Vladímir Putin, había telefoneado al menos seis veces a Zapatero para interceder en favor de la entrada de Lukoil en Repsol. La Casa del Rey negó que se hubiera producido esa mediación. El presidente, que originalmente era reacio a la operación, se mostró después más flexible a un acuerdo. La negociación desató un intenso debate político y finalmente no se realizó.

El ya mencionado informe secreto de enero de 2009 se refiere, precisamente, a las relaciones del monarca con el jefe del Ejecutivo. 'El rey tiene una relación respetuosa con Zapatero y se comunican bien (...). El rey es selectivo cuando quiere que el Gobierno haga algo, trasladándolo discretamente a través de Zapatero o su gabinete. El rey tiene influencia real sobre Zapatero cuando quiere usarla'.

El informe cita un ejemplo concreto de esa influencia. 'El embajador está convencido de que el rey fue la fuerza que guió pese a las objeciones del ministro Moratinos el nombramiento de Jorge Dezcallar como actual embajador de España en EEUU. El embajador lo cree en parte porque el rey identificó a Dezcallar ante el embajador como el próximo enviado a Washington seis meses antes de que la decisión fuese anunciada por el Gobierno'. Dezcallar ex director del CNI bajo el PP es embajador en EEUU desde julio de 2008.

Los documentos de la embajada estadounidense describen unas veces de modo elogioso, otras con crudeza cómo el representante de Bush en España veía al Gobierno. En general, el baremo que utiliza Aguirre para calificar a unos y otros depende en gran medida de la percepción que se tenga de su disposición a satisfacer los intereses de Washington.

Resulta curioso constatar que, pese a la inquina que despierta Zapatero en la Administración Bush, el embajador Aguirre se refiere a él como un político pragmático, astuto, incluso maquiavélico, que merece cuanto menos respeto. 'Zapatero es un político astuto con una asombrosa habilidad, como un felino en la jungla, para percibir las oportunidades o el peligro. Es peligroso subestimarlo, como muchos antiguos rivales han descubierto demasiado tarde', señala el informe de enero de 2009. Aguirre considera que el presidente español 'no tiene una mala disposición innata hacia el Gobierno de EEUU. Para él, la política exterior está subordinada a los intereses de la política doméstica, y la relación con EEUU es sólo un elemento más a tener en cuenta según las circunstancias del momento'.

Aguirre identifica dos grupos próximos a Zapatero. En el primero sitúa a Rubalcaba, al hoy ministro de Fomento, José Blanco; al portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, y a Bernardino León. En el segundo, al ex ministro Moratinos, a la titular de Defensa, Carme Chacón, y a Dezcallar.

Para Aguirre, Blanco es 'un elemento muy importante en la ecuación para mantener unas relaciones bilaterales fuertes', una persona útil para 'continuar enviando mensajes a Zapatero'. 'Sin embargo', sigue el documento, 'Blanco ha dejado un mal sabor en la boca a anteriores interlocutores de EEUU, a quienes ha sorprendido por su escasa fiabilidad. Blanco tiene una indefectible idiosincrasia de no mirar nunca a los ojos de sus interlocutores cuando estrecha la mano. Más aún, tiene una reputación de ser especialmente despiadado en los asuntos políticos, algo con lo que parece disfrutar'.

El embajador, por el contrario, tiene una 'buena relación' con Alonso. Este le cuenta, por ejemplo, su 'interés en relevar al general Gómez Arruche como director de la Guardia Civil, por lo que a este le deben quedar días contados', según consta en informe 'confidencial' de abril de 2006. Carlos Gómez Arruche fue cesado ese mismo mes.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias