El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha archivado este jueves la causa abierta por orden del Tribunal Supremo (TS) para investigar las declaraciones realizadas por el ex fiscal jefe Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo contra el propio alto tribunal en un acto en defensa del juez Baltasar Garzón.

Así lo ha acordado el magistrado en un auto en el que, a instancias de la Fiscalía, acuerda el archivo definitivo de las diligencias.

Entiende que Jiménez Villarejo no cometió un delito de calumnia o injuria contra el propio TS cuando, en un acto celebrado en la Universidad Complutense de Madrid el pasado 13 de abril, acusó a los magistrados del Supremo de constituirse en un instrumento de la 'actual expresión del fascismo español'.

El ex fiscal jefe Anticorrupción hizo esas acusaciones después de que el Alto Tribunal admitiera las querellas de Falange Española de las JONS y de Manos Limpias contra el juez Garzón por declararse competente para investigar los crímenes del franquismo.

En ese contexto, subraya Ruz, las manifestaciones de Jiménez Villarejo 'deben quedar' bajo el amparo de la libertad de expresión, porque no se trata de 'expresiones clara, terminante y objetivamente ultrajantes, vejatorias o injuriosas', aunque destaca la 'contundencia verbal de algunos de los sustantivos, adjetivos o símiles empleados para calificar una determinada actuación procesal'.

El magistrado, que sustituye a Garzón al frente del Juzgado Central de Instrucción número 5 mientras éste está suspendido cautelarmente de sus funciones, asume los argumentos del fiscal Carlos Bautista, que el martes pidió el archivo de la causa al entender que las declaraciones de Jiménez Villarejo no aparecen como 'objetivamente injuriosas u oprobiosas de forma clara e inequívoca'.

Durante el acto, el ex fiscal jefe también criticó que el magistrado Luciano Varela, que instruye la causa contra Garzón, hablara en uno de sus autos de la 'encomiable sensibilidad' de los jueces durante la dictadura, cuando 'fueron cómplices hasta el último día de las torturas' en el desaparecido Tribunal de Orden Público (TOP).

Para el fiscal, esa crítica, 'dura y áspera, sólo es entendible desde una perspectiva en cierto modo autocrítica' y no se refiere contra ningún individuo o institución en particular, lo que hace que la expresión proferida resulte atípica'.

En ese sentido, se pronuncia también Ruz, que estima que con esas expresiones 'no se produce una imputación clara, terminante y directa de la comisión de hechos delictivos por parte del Tribunal supremo', lo que excluye la calificación del delito de calumnia contra el propio TS.

El Alto Tribunal estableció que el órgano competente para investigar la denuncia presentada por un particular, a la que se sumó posteriormente otra del sindicato ultraderechista Manos Limpias, corresponde a la Audiencia Nacional.