Miguel Carcaño, de 21 años, principal sospechoso de la muerte de Marta del Castillo, se ha negado esta mañana a declarar ante el juez de menores Alejandro Vián en la causa contra El Cuco, el adolescente de 17 años acusado de participar junto al propio Carcaño en la violación y asesinato de la joven sevillana.

Así lo indicó a los periodistas en los pasillos de la Audiencia Provincial de Sevilla José Antonio Casanueva, abuelo de la víctima, que asiste al juicio en representación de la familia. Carcaño ha permanecido en la sala alrededor de una hora y veinte minutos, entre las 9.45 y las 11.05 horas, durante las cuales no ha aportado ninguna información.

'No ha dicho nada. Ni siquiera cuando le han puesto sus anteriores declaraciones para que se vieran sus contradicciones. Ha estado callado. Tampoco ha mirado a El Cuco', ha explicado Casanueva. Tras la autoexculpación del lunes de El Cuco, las expectativas de la familia pasaban por que Carcaño aportara nueva información, sobre todo sobre el paradero del cuerpo de Marta. No ha ocurrido.

Hoy, segunda jornada del juicio contra El Cuco, es el turno de declarar de los cuatro imputados adultos, que en esta causa son meros testigos. Carcaño ha sido introducido en el edificio de la Audiencia Provincial alrededor de las 9.15 en un furgón policial que lo traía desde la prisión de Morón (Sevilla), a salvo de los insultos de las decenas de personas arremolinadas a las puertas de la Audiencia.

La familia de Marta esperaba que Carcaño aportara nueva información

Sí han sufrido sus iras el resto de imputados: Samuel Benítez, de 21 años, el único que ha llegado con la cara descubierta; Javier Delgado, hermanastro de Carcaño, de 42, y su novia, María García, de 33. También han llegado, cubiertas las caras, los padres de El Cuco, Ángel y Rosa María.

Después de Carcaño se ha sentado ante el juez Samuel Benítez, que tampoco ha declarado. Ha estado en la sala unos veinte minutos. El mismo tiempo que ha pasado en la sala, tras él, Javier Delgado, que también se ha acogido al derecho a no prestar declaración. Quedan por declarar María García y una agente del Grume, el grupo de menores de la policía.