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Las críticas de Barberá por la 'Gürtel' irritan a los jueces

La alcaldesa de Valencia siembra dudas sobre la independencia judicial para defender a Camps

BELÉN TOLEDO

Rita Barberá no se conforma con criticar a los fiscales para defender a Francisco Camps, president valenciano, de su imputación por un delito de cohecho continuado. La mayoría de sus compañeros de partido se limita a criticar a la Fiscalía Anticorrupción, a la que acusan de actuar al dictado del Gobierno socialista y de perseguir con saña a los políticos conservadores. Pero Barberá, alcaldesa de Valencia, ha dado un paso más al dudar también de la independencia de los jueces y pedir que se reforme el sistema judicial en una entrevista concedida a la agencia Efe y conocida el fin de semana.

La asociación progresista Jueces para la Democracia consideró ayer que la primera edil ha cruzado una línea roja. En un comunicado, reprocharon a Barberá que 'llega a sugerir que los magistrados instructores de los citados procedimientos no actúan con independencia de criterio y que podrían tener otros intereses'. Los procedimientos que despertaron las críticas de Barberá son el que afecta a Camps, imputado por presunto cohecho pasivo impropio en el llamado caso de los trajes, y el de Jorge Bellver, concejal de Urbanismo de Valencia e imputado por presunta prevaricación en relación a las obras de construcción de un aparcamiento.

La alcaldesa afirmó que los dos casos son 'muestra suficiente' para pensar en 'darle una vuelta a la independencia de la Justicia', porque aunque hay 'jueces y fiscales profundamente independientes, a lo mejor no son todos'. Añadió que Camps padece un 'doble rasero' porque no hay 'ni una prueba que demuestre que le han regalado tres trajes'.

Quien mantiene que sí hay pruebas, hasta una decena entre testimonios y documentos, es José Flors, magistrado del Tribunal Superior de Justicia valenciano e instructor del caso. En un auto publicado ya en julio de 2009, Flors sostuvo que existen 'indicios racionales de delito'. De hecho, el juez ha mantenido en todo momento la necesidad de seguir adelante con la instrucción y estos días da los últimos pasos procesales para decidir, en torno a marzo, si abre o no juicio. Según Jueces para la Democracia, las críticas de la alcaldesa 'sólo evidencian el malestar partidista de quien las emite, y en ningún caso la falta de adecuación a derecho de las resoluciones'.

Barberá también vinculó su crítica a la falta de independencia de los jueces con el mecanismo de elección de los organismos judiciales: 'A todo esto hay que darle la vuelta, y probablemente la culpa la tenemos todos por la composición de los grandes tribunales'. Jueces para la Democracia acusa a la alcaldesa de mezclar dos asuntos: 'Una cosa es la politización que pueda haber en la elección de la cúpula de los grandes tribunales, que se elige de manera discrecional, y otra es la independencia de los jueces instructores, que llegan a su puesto por méritos reglados y son soberanos en sus juzgados'.

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