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Mueren cinco militares en un ejercicio con minas antitanque

Los fallecidos y los otros tres heridos en el accidente, ocurrido en Hoyo de Manzanares (Madrid), formaban parte de una unidad de adiestramiento

I. ADURIZ/ A. FLOTATS

Un error en la destrucción de varias minas antitanque durante un ejercicio de entrenamiento provocó ayer el accidente más grave de la última década en las Fuerzas Armadas españolas.

Cinco militares integrados en una unidad de adiestramiento de desactivación de explosivos en el acuartelamiento de Hoyo de Manzanares (Madrid) fallecieron a causa de una explosión descontrolada. Otros tres resultaron heridos, dos de ellos graves.

La Policía, la Guardia Civil y el Ejército investigan lo ocurrido

El accidente tuvo lugar sobre las 10.30 de la mañana en uno de los campos de entrenamiento de las instalaciones del municipio madrileño que acoge la Academia Militar de Ingenieros, el Centro Internacional de Desminado y un Centro de Excelencia contra Artefactos Explosivos Improvisados de la OTAN.

El grupo de adiestramiento, una unidad mixta compuesta por 16 efectivos del Ejército de Tierra y de la Armada, participaba en un ejercicio de 'detonación' de minas antitanque, 'algo habitual que hacen todos los días', según explicaron fuentesdel Ministerio de Defensa.

'Hicieron un hornillo (agujero) en la tierra, donde colocaron las minas que pretendían destruir', agregaron las mismas fuentes. Los artefactos estaban 'desactivados' ya que no tenían adosado el detonador, aunque sí tenían la carga explosiva. Para proceder a su destrucción, los militares colocaron una 'carga adicional' encima de las minas, y un detonador 'que preveían activar a distancia', apuntaron desde el departamento que dirige Carme Chacón.

Expertos apuntan a posibles interferencias en los detonadores

Pero no les dio tiempo. Antes de alcanzar la distancia de seguridad para realizar la detonación, toda la carga explosiva de todas las minas les estalló 'por causas que se desconocen', provocando la muerte de tres miembros del Ejército de Tierra y de otros dos de la Infantería de Marina. Los fallecidos fueron el sargento primero Sergio Valdepeñas, el sargento Mario Hernández y el cabo Miguel Ángel Díaz, por parte del Ejército, y el sargento primero Víctor Manuel Zamora y el cabo primero Javier Muñoz, ambos de la Marina.

Nada más suceder el accidente se desplazaron al lugar de los hechos miembros de los servicios sanitarios de la Comunidad de Madrid, que trasladaron a los dos heridos más graves (de los que no ha trascendido su identidad) al Hospital Militar Gómez Ulla de Madrid. Al tercer herido, de carácter leve, lo llevaron inicialmente al hospital Puerta de Hierro si bien también fue trasladado después a la clínica militar. Al cierre de esta edición ni Defensa ni el Gómez Ulla habían ofrecido información sobre el estado de salud de ninguno de ellos.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, acudió al acuartelamiento madrileño al mediodía. Allí mantuvo una reunión con el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el general José Julio Rodríguez; y los jefes de Estado Mayor del Ejército (Jeme), el general Fulgencio Coll, y de la Armada (Ajema), el almirante general Manuel Rebollo, respectivamente; así como con responsables de la Academia, para esclarecer lo ocurrido.

El acuartelamiento acoge un centro de la OTAN contra explosivos

La Policía, la Guardia Civil y el Ejército han abierto sendas investigaciones sobre los hechos. Defensa no pudo explicar ayer los motivos concretos de la explosión, pero varios expertos en explosivos consultados por Público aseguraron que 'lo más posible' es que el accidente tuviera su origen 'en interferencias que han podido alterar el funcionamiento habitual del detonador, haciéndolo estallar antes de que se activara por control remoto'.

Los expertos indicaron que las minas antitanque que pretendían destruir los fallecidos suelen estar compuestas por entre dos y tres kilos de TNT, un explosivo 'muy estable' con 'gran capacidad destructora'. 'Están fabricadas para inutilizar carros de combate blindados', destacaron.

Los tres heridos están ingresados en el Hospital Gómez Ulla

Los militares que integraban la unidad de adiestramiento pertenecían a la Brigada Acorazada XII del Ejército de Tierra con base en El Goloso (Madrid) y a la Brigada de Infantería de Marina XIII de la Armada, y se entrenaban para viajar a Líbano en el próximo relevo de los efectivos españoles allí desplegados dentro de la misión Unifil de la ONU. El reemplazo está previsto para dentro de dos meses. Fuentes de Defensa explicaron que los ejercicios que practicaban cuando se produjo la explosión eran 'muy importantes' para la citada misión, ya que los militares en Líbano tienen como uno de sus principales objetivos la 'destrucción de las bombas lanzadas por los bombarderos israelíes', durante los ataques de 2006.

Tras efectuar las autopsias, un juez autorizó a última hora de la tarde de ayer el levantamiento de los cinco cadáveres. Defensa no ha confirmado aún la fecha en la que se celebrarán los funerales, si bien espera que sea este mismo fin de semana.

En las instalaciones de Hoyo del Manzanares está el Centro Internacional de Desminado, que fue creado en 2002 por el entonces ministro de Defensa con el Gobierno del PP, Federico Trillo. Su misión era colaborar en la puesta en práctica de la política española que sobre desminado establecieran los sucesivos gobiernos.

Por su parte, el Centro de Excelencia contra Artefactos Explosivos Improvisados de la OTAN que también alberga el acuartelamiento madrileño fue inaugurado en 2010 y se ha convertido en una referencia internacional. Es uno de los cinco más importantes que hay en el mundo y el único de la OTAN especializado en artefactos explosivosimprovisados.

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