La limitación de velocidad a 110 kilómetros hora en las autovías y autopistas españolas va a ser, a buen seguro, un tema de conversación recurrente en bares y corrillos. La medida, que tiene varios precedentes ligados a las sucesivas crisis del petróleo, posiblemente disguste a muchos conductores, pero va a tener su efecto económico: tanto para el usuario (supondrá un ahorro potencial máximo de 7,5 euros en un depósito de gasóleo, y de 10,59 euros en uno de gasolina), como a escala macroeconómica.

Según los cálculos del Ministerio de Industria, supondrá evitar la importación de unos 18 millones de barriles de petróleo al año, que equivalen a unos 1.400 millones de euros menos en la factura energética de la economía española. Si la inestabilidad en el Norte de África y Oriente Medio continúa, esos barriles no importados mitigarán, en parte, el previsible arreón que experimentará este año el déficit energético español, el principal lastre de la balanza de pagos de la economía nacional.

El año pasado, ese déficit aumentó un 29,3%, hasta la friolera de 34.500 millones de euros (el 3% del PIB), a causa del encarecimiento del crudo (de un 44% en un año). Sin ese desfase (que supone dos tercios del déficit comercial total español), el saldo negativo entre las exportaciones y las importaciones (que aumentó un 4,2% en 2010) se habría reducido un 8,4%.

La escalada del barril de Brent, de referencia para Europa, en lo que va de año (del 18%, y subiendo) ha pulverizado las previsiones de los Presupuestos Generales del Estado de 2011, presentados en septiembre pasado. Entonces, con el barril en el entorno de los 70 dólares, el Gobierno contemplaba un precio medio del barril de 81,8 dólares para el conjunto del ejercicio. En lo que va de año, el precio medio del Brent es ya de 100 dólares.

Aunque ayer el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, descartó que la escalada del crudo 'vaya a influir en la recuperación económica', algunos analistas empiezan a hacer cábalas. El Instituto Flores de Lemus, dependiente de la Universidad Carlos III de Madrid, ha elevado su previsión de inflación media para este año en dos décimas, hasta el 3,1%. Según este organismo, en febrero, el IPC podría haber escalado hasta el 3,5% o el 3,6%.

Tanto el paquete definitivo de medidas como el ahorro total previsto en las iniciativas de eficiencia energética del Gobierno se conocerán la semana que viene, cuando se apruebe el nuevo plan, que involucrará a varios ministerios. El departamento que dirige Miguel Sebastián llevaba tiempo preparando las medidas, porque tocaba: el actual plan de ahorro energético, que cubría el periodo 2008-11 (se aprobó cuando el precio del petróleo batió su récord histórico) está a punto de agotar su vigencia, con un grado de cumplimiento 'alto', según Industria.

Ese programa preveía un ahorro global del 10% en las importaciones de crudo, que, en buena medida, se ha cumplido. Según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas (Cores), el consumo de petróleo en España ha caído un 8,7% entre 2007 y 2010. Otra cosa es si el descenso se debe a aquel plan de Industria, o al efecto de la mayor crisis económica desde la Gran Depresión.