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Tráfico oculta la velocidad a la que saltan los radares

Una instrucción interna prohíbe a los guardias civiles dar esa información

Ó. LÓPEZ-FONSECA / A. FLOTATS

Tres días antes de que entrara en vigor el nuevo límite de 110 kilómetros por hora en autopistas y autovías, la Dirección General de Tráfico (DGT) dio órdenes por escrito de ocultar a la opinión pública la velocidad real a la que iban a saltar los radares de control de velocidad a partir del 7 de marzo, fecha de inicio de aplicación de la medida. Así se recoge en una instrucción interna de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil del pasado 4 de marzo a la que ha tenido acceso este diario, y en la que el general jefe de la misma, Antonio Dichas, ordena a los agentes que impidan a los medios de comunicación 'grabar imágenes del equipo cinemómetro, pantalla de visualización donde se registra la velocidad de los vehículos u otros elementos interiores [del coche que lleva el radar]'.

Dicha instrucción justifica la prohibición en la 'gran expectación' generada por la medida en la prensa y 'ante la previsión de solicitudes [de esta] para grabar los servicios de controles de velocidad con vehículos radar o conocer la opinión que merece a esta Agrupación de Tráfico tal medida'. En ese sentido, el general recuerda que los agentes no deben 'opinar o valorar la medida adoptada por el Gobierno', ni facilitar 'datos estadísticos'.

Tres días antes de la entrada en vigor de la medida ordenó silencio a los agentes

No ha sido esta, sin embargo, la única medida adoptada por la DGT para blindar el dato concreto de la velocidad a partir de la cual saltan los radares con el nuevo límite. Un portavoz oficial de este organismo reconocía ayer que en esta ocasión Tráfico ha evitado dictar por escrito ninguna instrucción al respecto. La decisión se adopta después de que en enero se filtrara una circular interna por la cual la DGT fijó en 135 km/h la velocidad a partir de la cual se multaba con el límite anterior de 120 km/h. 'Se aplican las multas con los márgenes de error que establece la normativa', afirmó dicho portavoz, que situó estos en un 10% aproximadamente.

Ya la semana pasada, el director general de Tráfico, Pere Navarro, tuvo que salir al paso de las críticas de indefinición en los radares lanzadas desde las asociaciones profesionales de guardias civiles. Navarro aseguró tajante que los agentes 'tienen instrucciones muy claras' de cómo debe actuar con los medidores de velocidad, pero tampoco reveló el dato concreto. Un secretismo que el portavoz de la DGT justificó ayer: 'Queremos que la normativa se cumpla. Tenemos que decirle al conductor cuál es el límite de velocidad, no a cuánto puede conducir para no ser multado'.

La DGT quiere evitar que, como pasó en enero, se filtre el límite real

Sin embargo, varios agentes de la Agrupación de Tráfico consultados ayer, y que prefieren mantenerse en el anonimato por temor a sanciones, insistían en que hasta ahora no habían recibido siquiera instrucciones verbales al respecto y reconocían que, de momento, aplicaban diferentes límites según las circunstancias de la vía: 'En un tramo de curvas se suele ser más riguroso que en uno de recta', añadía uno de ellos. Algunos, incluso, reconocían que habían empezado a multar cuando la velocidad era de 130 km/h.

El nuevo límite de velocidad también obligó a la DGT a cambiar las campañas de concienciación que tenía previstas, como adelantó este diario el pasado jueves. Una orden interna, también del 4 de marzo, anunciaba a los agentes que Navarro había acordado 'aplazar' la que se iba a iniciar, precisamente ayer lunes, sobre control de velocidad.

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