El Cuco, el menor implicado en la muerte de la joven sevillana Marta del Castillo, ha sido condenado a tres años de internamiento por un delito de encubrimiento.

El juez de Menores número 1 de Sevilla, Alejandro Vián, ha absuelto al joven de los delitos de asesinato y violación, por los que la Fiscalía y la acusación particular pedían la máxima pena: seis años de internamiento.

Es la primera condena por un caso en el que continúa sin aparecer el cuerpo de la víctima, que tenía 17 años cuando fue vista por última vez con vida, el 24 de enero de 2009. José Antonio Casanueva, abuelo de Marta, ha declarado a las puertas de los juzgados que la sentencia, hecha pública hoy, es un 'jarro de agua helada' para toda la familia. 'La decepción es total pero en este país todo se puede esperar. Esperábamos una sentencia más dura porque [el menor] se quedó sin coartada en el juicio', dijo. La familia recurrirá la sentencia y también el Ministerio Fiscal, que ha manifestado igualmente su decepción.

 El abogado cree que quedará libre en unos meses si se computa el tiempo que lleva en un piso tutelado

Entre otras cuestiones, la acusación contra El Cuco se apoyaba en la confesión del asesino confeso, Miguel Carcaño, y en el hallazgo de ADN suyo en la habitación donde supuestamente se cometió el crimen. El menor, que se declaró inocente en el juicio, atribuyó esas muestras a sus habituales visitas a la casa. El abogado del menor ya ha anunciado que recurrirá la sentencia y dijo que posiblemente quedará libre en unos meses si se computa el tiempo que lleva en un piso tutelado.

Ahora queda pendiente el juicio a los cuatro adultos: Miguel Carcaño; el hermano de éste, Francisco Javier Delgado; la novia de este último, María García, y Samuel Benítez.

No obstante, esta sentencia ya comienza a clarificar algunos hechos por los que los adultos serán juzgados. Según los hechos probados, aunque no el juez no pone los nombres, fue un mayor de edad -supuestamente Miguel Carcaño-, quien mató a Marta del Castillo y, posteriormente, llamó a El Cuco y a otro mayor de edad -supuestamente Samuel Benítez- para deshacerse del cuerpo. Éstos acudieron al piso de la calle León XIII, donde ocurrieron los hechos, y allí coincidieron también con otro mayor de edad -supuestamente Francisco Javier Delgado-.

Los cuatro decidieron, 'actuando de mutuo acuerdo y con la finalidad de evitar que se descubriera la muerte de [la joven], hacer desaparecer el cuerpo de la misma'. Sobre el paradero del cadáver, la sentencia, que recuerda el 'inmenso dolor' que está padeciendo la familia de Marta, dice que hasta hoy 'se ignora completamente'.