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Rouco aboga por la confesión frecuente para acabar con la crisis de fe

El presidente de la Conferencia Episcopal asegura que la estima por el celibato ha disminuido

EUROPA PRESS

El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, ha instado este viernes a los sacerdotes a creer 'de verdad' en Dios y a volver a la práctica de la confesión frecuente para lograr acabar con la 'crisis espiritual' que, a su juicio, es 'una crisis de fe'.

El cardenal Rouco Varela se ha expresado en estos términos en Valencia, donde ha pronunciado la conferencia 'Acompañamiento y dirección espiritual: de la crisis a la recuperación'. Con esta ponencia se ha concluido el ciclo de conferencias 'Diálogos de Teología', organizado por la Facultad de Teología de Valencia y la Biblioteca Sacerdotal Almudí.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, que ha estado acompañado por el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha destacado que tanto el anterior Papa, Juan Pablo II, como el actual, Benedicto XVI, han intentado a 'marchas forzadas' acabar con la 'crisis del ministerio sacerdotal'.

Para acabar con ella, ha exhortado a los religiosos presentes en el acto a creer en Dios 'de verdad', a 'vivir y comprender el sacerdocio' y a 'amar a Cristo y a Dios de una forma viva' porque, según ha asegurado, 'para amar al prójimo, primero hay que amar a Dios'.

Asimismo, ha instado a los sacerdotes a 'recuperar la fe, la esperanza y la vida en gracia' y ha calificado de 'imprescindible' volver a la práctica de la confesión frecuente. Además, el arzobispo de Madrid considera necesario el 'ejercicio de la obediencia', lo que ha definido como 'vivir la cruz', aunque ha destacado que, esto, en ocasiones, produce 'sufrimiento'. En su opinión, 'pensar que no se es eficaz yendo por este camino es equivocarse' y, al respecto, ha asegurado que 'la historia lo está demostrando'.

El cardenal Rouco Varela considera que, en la actualidad, se está produciendo el inicio de 'la superación y recuperación de la crisis de la vida del sacerdote' que, tal y como ha explicado, fue 'de gravedad' entre los años 1965 y 1985.

Durante su intervención ha hecho referencia a los rasgos caracteísticos de esta 'crisis del sacerdocio', como el 'abandono' de forma 'verdaderamente dramática' por parte de 'decenas de miles' de religiosos. 'Había noticia todos los días de que tal compañero se había marchado', ha indicado.

También se ha referido a la 'puesta en cuestión del celibato sacerdotal' y, sobre este asunto, ha señalado que se produjo una 'batería de experiencias' que contribuyeron a que fuera disminuyendo 'la valoración y estima del celibato'. Del mismo modo, el arzobispo ha criticado que en las décadas de los 70, los 80 y los 90 aparecieron 'formas alternativas de vivir el ministerio sacerdotal', frente a las tradicionales de actuar como 'un pastor de almas', siendo, por ejemplo, párroco o profesor de religión.

En este sentido, ha comentado que algunos religiosos 'trataron de conciliar la actividad de la Iglesia con otras civiles', tanto en la administración pública como en la empresa privada. Así, 'la seculararización fue avanzado' y, el mismo tiempo, 'se fue perdiendo la conciencia del sacerdocio'. Sin embargo, el cardenal ha asegurado que del Concilio Vaticano II surgió 'una propuesta de renovación

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