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"Sientes que tu trabajo no vale nada"

Las controladoras de parquímetros son a diario blanco de agresiones verbales machistas

PAULA DÍAZ

'Más te valía estar en tu casa con la fregona'. Este es el insulto más amable que las controladoras de parquímetros escuchan cada día en sus puestos de trabajo, siempre de boca de los conductores hombres.

El Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) es un sector 'claramente feminizado', en el que las trabajadoras son víctimas de agresiones verbales machistas 'día sí, día también'. Así lo define Amaya Amilibia, secretaria de Mujer y Comunicación en la Federación de Servicios a la Ciudadanía-Carretera de Comisiones Obreras (CCOO).

'Las mujeres te pegan y los hombres te insultan', cuenta una afectada

'El 70% de los trabajadores son mujeres porque los salarios son bajos y aún persiste el rol de que los hombres son los cabeza de familia, mientras que las mujeres sólo contribuyen con su sueldo como apoyo', explica Amilibia. Según ella, además, las mujeres tienen 'un sentido distinto para calmar a un usuario, más don de gentes, rechazan más la violencia e incluso sin tener formación su expresión verbal es más amable y efectiva en este trabajo'.

El SER se implantó en Madrid en 2002. Al principio, sus trabajadoras eran mujeres poco cualificadas, pero en 2007, con la crisis, el perfil cambió. Entraron mujeres de cualificación media y superior, aunque sólo cobraban 16.000 euros al año, explican en CCOO. Ahora el 10% de las trabajadoras sí tienen formación, pero siguen cobrando poco: 18.000 euros al año.

'Necesito el dinero y no encuentro trabajo en ningún otro sitio. Si no, no aguantaría todo esto', reconoce Carmen, de 52 años. Es controladora desde 2002, tiene cinco hijos y estudió hasta 3º de Derecho. Todos los días sufre agresiones verbales y físicas: 'Las mujeres son las que más te pegan y los hombres los que más te insultan', señala.

CCOO: 'Las empresas no dejan que ellas se formen para ascender'

'Te sientes impotente porque no puedes contestar, te sientes como basura, como si tu trabajo no valiera nada, como si fuera el más miserable del mundo', confiesa esta trabajadora. El Ayuntamiento sigue sin cumplir el compromiso de 2006 de destinar agentes de la Policía Municipal para que vigilen la seguridad de los controladores.

Lo peor es que Carmen y sus compañeras están atrapadas en sus puestos de trabajo. CCOO asegura que 'las empresas no dejan que las mujeres accedan a la formación que imparten para ascender a inspectoras o supervisoras, que son puestos mayoritariamente masculinos'.

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