La Fiscalía de Barcelona ha pedido cuatro años de cárcel para Christian Pulpan, el delegado de una multinacional austríaca que llamó 'enfermos' a dos empleados por ser homosexuales. Pulpan, responsable en Catalunya de la empresa de transportes Gartner KG, espió la cuenta de correo electrónico de uno de los trabajadores, Gerald Rainer, y a través de los mensajes privados que se enviaba con otro compañero, Juan Torres, descubrió que ambos eran gays. El directivo envió un correo electrónico a su superior, el jefe del departamento de ventas en Austria, en el que le comunicaba que había descubierto la orientación sexual de sus empleados y los tachaba de 'enfermos'. Además, solicitó el despido de los trabajadores 'al coste más bajo posible'. Y el jefe austríaco aceptó.

Tras el despido, en abril de 2009, Gerald y Juan presentaron una querella por injurias y revelación de secretos, aunque el caso fue archivado por el Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona. Pero el pasado diciembre la Audiencia Provincial ordenó reabrir la causa atendiendo a los recursos presentados por la Fiscalía y la acusación particular. Se trataba de la primera querella contra una empresa por homofobia admitida en España.

Desde Aequo Advocats, gabinete que se ocupa del caso, la noticia fue muy buen recibida: 'Que el fiscal haya pedido cuatro años de cárcel nos da fuerza, así no vamos solos'. Un portavoz del Front d'Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) también celebró la decisión de la Fiscalía, destacando que 'se demuestra que existen despidos por homofobia encubiertos y se dignifica la condición sexual de los gays y las lesbianas'.

Gerald y Juan, que ya han podido rehacer su vida laboral, siguen pendientes de otra decisión de la Audiencia, pues también se querellaron contra el jefe austríaco que aceptó los despidos improcedentes cuando Pulpan se lo pidió.