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11.000 vecinos no podrán regresar a sus casas en meses

Los técnicos de Obras Públicas afirman que 165 edificios tienen daños estructurales. El 52% de las viviendas está afectado

D. AYLLÓN / M. Á. CRIADO

El 12% de los edificios de Lorca (165 en total) tiene daños estructurales y es inhabitable. Sus habitantes, 11.000 personas aproximadamente (de una población de 92.694 habitantes), tendrán que esperar meses para poder volver a sus casas, según las predicciones municipales. Los técnicos de la Consejería de Obras Públicas de Murcia determinaron ayer, después de analizar el 80% de las 1.717 edificios de la ciudad, que un 52% de las revisadas tiene daños que impiden la entrada inmediata de los vecinos (ese 12% con daños estructurales más un 40% con daños que tienen que ser revisados, aunque sus residentes pueden entrar un momento a recoger sus enseres). Es decir, cerca de 45.000 lorquinos siguen sin casa.

Tan sólo se ha salvado de cualquier tipo de daño el 48% de los edificios. Esos cerca de 45.000 habitantes fueron los únicos que ayer recibieron el visto bueno municipal para regresar a sus viviendas con total tranquilidad. El consejero de Obras Públicas, José Ballesta, explicó que el 12% de casas con daños estructurales necesitan 'reforzamiento de pilares' y que eso no quiere decir 'que sea necesario demolerlas'. Para diferenciar el nivel de gravedad de los daños, los técnicos pintaron un distintivo verde, amarillo o rojo, de mayor a menor gravedad.

Cerca de 45.000 lorquinos pueden volver a sus hogares, según el Consistorio

En el barrio de La Viña, uno de los más dañados, toda la gente estaba en las calles. Había una extraña sensación de día de fiesta, por el bullicio. Pero las caras no eran de alegría, ni mucho menos. Por cualquier calle se formaban corrillos de gente. 'Esperamos a que pinten nuestra casa', comentó Antonio. A su lado, su mujer deseaba que lo hicieran con la marca verde. 'Así podremos entrar a recoger nuestras cosas', agregó. La ordenanza municipal, pegada en cada puerta, advierte a los vecinos. Como si fueran semáforos, la marca verde les deja pasar, la amarilla también, pero con precaución, la roja significa no pasar.

En esta lotería de colores, a Carlos Espinosa le tocó el verde. Por la tarde se afanaba, con la ayuda de varios familiares, en recuperar todo lo que podía. Cargaban hasta una lavadora en un destartalado remolque. María Sonsoles les miraba casi con envidia. Entre sollozos, esta mujer explicaba que su puerta, en el número nueve de la calle Herrerías, tiene un punto negro. Aunque no estaba previsto en la iconografía oficial usada por los técnicos, el negro significa amenaza de derrumbe. Toda la calle Herrerías, desde la Avenida de la Salud, está llena de puntos negros en las casas.

'La Policía no nos deja entrar a por nuestras cosas', contó María Sonsoles. Ni los abrazos de su hija consiguen tranquilizarla. 'La tenemos desde un año antes de casarnos y eso fue hace ya 30', explicaba mientras su marido intentaba negociar con la Policía.

'Estaba en vigor la normativa anti-terremotos y mire', se quejó un vecino

Los agentes parecían sentir la desesperanza de la familia, pero no transigieron. Su piso es un tercero y es muy peligroso subir. De hecho, a los pocos minutos, llegó una brigada de bomberos para desalojar toda la calle. El dueño del bar de la esquina de enfrente, el único abierto en varias manzanas a la redonda, recibía de los agentes la orden taxativa de bajar la persiana metálica. A los pocos segundos, se escuchaba un estruendo seco y la cornisa del edificio de María desaparecía.

Juan Campos, albañil, vivía también en la calle Herrerías, pero en la acera de enfrente. 'Mi bloque era más nuevo, pero también tiene el punto negro', explicó. En su caso, los pilares se han visto muy dañados. Toda la zona fue construida por la Cooperativa para Lorca, una iniciativa de UGT para construir viviendas sociales. 'Ya estaba en vigor la normativa antiseismos y mire lo que han aguantado', se quejó. Cuando se le pregunta por los responsables aprieta los dientes: 'No sé, pero yo el lunes iré al banco'. No pienso pagar nada más, si quieren la casa, que se la lleven', aseguró.

'La Policía no nos deja entrar en nuestras casas', dice uno de los afectados

Los príncipes de Asturias y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, visitaron estas calles antes del funeral por las víctimas. 'Con unidad, coordinación, voluntad, celeridad y con medios' Lorca recuperará la normalidad, afirmó el presidente del Ejecutivo. 1.736 personas han sido movilizadas por el Estado hacia Lorca. Gran parte de ellos pertenecen a la UME (Unidad Militar de Emergencias), ideada por el propio Zapatero, y que el PP criticó duramente cuando fue creada, según recordó ayer el PSOE.

Unas 2.100 personas siguen obligadas a hacer uso de los cinco campamentos instalados por las instituciones. La devastación provocada por el temblor, que se ha llevado por delante la vida de nueve personas, ha hecho que la normalidad en Lorca quede todavía lejos. El Ejército sigue abasteciendo de víveres los campamentos, sin fecha de finalización.

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