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La cola del paro más larga

Descalabro del mercado laboral. En los últimos cuatro años, la tasa de desempleo española ha pasado del 8,4% al 21,3%, la segunda más alta en la zona del euro. Diálogo social. Navarra

ANA REQUENA AGUILAR

Paro y desempleo son hoy en día con toda certeza dos de las palabras más pronunciadas en los mítines y debates políticos. En cuatro años, la tasa de desempleo española ha pasado de ser del 8,4%, en línea con la media europea de entonces, al 21,3%, la segunda más alta de la zona euro, según los datos de la Encuesta de Población Activa. Desde principios de 2008, cuando estalló la crisis, hasta el primer trimestre de este año, 2,7 millones de personas han engrosado las listas del paro. Unos datos que muestran el tremendo descalabro que ha sufrido el mercado laboral a causa de la recesión. El drama se recrudeció cuando miles de personas comenzaron a agotar sus prestaciones y subsidios, sin tener perspectivas de encontrar un puesto de trabajo. La recuperación es aún incierta y, en cualquier caso, será débil durante un buen número de meses.

Con la caída en picado del empleo, se ha puesto en evidencia el desfase de las políticas activas, aquellas dirigidas a mejorar las posibilidades de empleo de las personas y a facilitar el acceso y movilidad en el mercado de trabajo. Su competencia está en mano de las comunidades autónomas, aunque hasta ahora su margen de maniobra era ajustado.

La reforma de las políticas activas dará mayor margen a las comunidades

Estas fueron las razones por las que el Gobierno central afrontó la reforma de las políticas activas, que dotará de más libertad a las comunidades para que diseñen sus propios programas y los puedan adaptar a su realidad. La financiación procede en parte del Estado, que transfiere unos fondos a las autonomías que éstas pueden completar con presupuesto propio.

Madrid, que tiene una tasa de paro del 15,4%, es la comunidad que menos recursos propios dedica a políticas activas de empleo, según un informe de CCOO. En 2009, la comunidad destinó 28,9 millones de euros, lo que supone una media anual por parado de 69 euros, mientras que la media de todas las comunidades es de 329. Sin embargo, los fondos nacionales que el Servicio Público de Empleo transfirió ese año a Madrid para los mismos fines superaron los 350 millones.

El Plan de Choque de Castilla-La Mancha se exportó a escala estatal

'Madrid ha tenido una evolución negativa del empleo por encima de la media nacional en estos cuatro años. Además, la población activa está disminuyendo, porque especialmente jóvenes y mujeres han dejado de buscar empleo por desánimo', cuenta el secretario general de CCOO de Madrid, Javier López, que reclama un plan de choque contra el paro en la comunidad. Y es que en Madrid, a diferencia de otras autonomías, no ha habido pactos sociales para sacar adelante medidas especiales contra el paro.

La siguiente comunidad que sale peor parada en gasto propio es Canarias, la segunda con mayor tasa de paro después de Andalucía, con 132,5 euros por persona parada. 'Nuestro modelo productivo y de crecimiento en época de bonanza fue una especie de calco del resto de España, pero con las aristas más pronunciadas', diagnostica el miembro de la ejecutiva de UGT en Canarias, Carmelo Jorge. La excesiva dependencia de la construcción y del turismo hizo a la comunidad muy débil ante los vaivenes de la economía.

Jorge asegura que en la comunidad hay unos 50.000 jóvenes parados sin formación. 'Durante las vacas gordas secuestramos niños de la escuela para subirlos al andamio o llevarlos a la hostelería', ironiza. Una de las medidas que se han puesto en marcha intentaba recuperar a esos jóvenes para la formación profesional, alargando a cambio su prestación de paro un año. Sin embargo, su desarrollo ha sido escaso.

Los expertos señalan la importancia del modelo de relaciones laborales

El País Vasco es actualmente la comunidad autónoma con la tasa de paro más baja de España, el 11,6%, cercana a la media europea. Hace cuatro años ya estaba entre los territorios con menos desempleo. 'La clave está en el tejido económico y en el modelo de relaciones laborales y de negociación colectiva', asegura Aitor Bengoetxea, profesor de Derecho del Trabajo de la Universidad del País Vasco. Efectivamente, el modelo productivo vasco, con más peso específico de la industria, se ha resentido menos del declive de la construcción.

La comunidad vasca ha apostado mayoritariamente por los expedientes de suspensión de jornada en lugar de por los expedientes de regulación de empleo. Los primeros no eliminan la relación laboral sino que, como su propio nombre indica, la suspenden durante un periodo determinado de tiempo, tras el cual los trabajadores se incorporan de nuevo a sus puestos de trabajo. Desde 2009, alrededor del 90% de los expedientes aprobados en el País Vasco han sido de suspensión. 'Se ha hecho un gran esfuerzo para no destruir empleo', señala Bengoetxea, que forma parte del Consejo Económico y Social vasco. El Gobierno de Euskadi ha apoyado esta tendencia por medio de ayudas para la formación de los trabajadores afectados por expedientes de suspensión. Además, el arraigo del movimiento sindical en el País Vasco ha favorecido una posición fuerte de las centrales.

La tasa de paro está vinculada a la falta de industria y el peso de la construcción

Navarra también ha conseguido situarse en los puestos más bajos de desempleo, con una tasa de paro del 13,4%. La comunidad foral puede presumir de una concertación social consolidada entre el Gobierno regional, la patronal y los sindicatos que ha servido de motor para el mercado laboral. Desde 1999, agentes sociales y Gobierno han pactado cuatro planes de empleo.

'Durante la época de bonanza contribuyeron a que Navarra fuera ejemplo de pleno empleo, de calidad y de cohesión social, y más tarde han contribuido a que se hayan destruido menos puestos de trabajo. En época de crisis, el diálogo social es fundamental para consensuar las políticas más adecuadas y, sin embargo, quizás es cuando más cuesta ponerlo en práctica', explica Idoia Remírez, secretaria de Formación y Empleo de UGT de Navarra. Estos planes, enfocados a potenciar las políticas activas y la formación, han conseguido que la expectativa laboral de los trabajadores navarros sea muy alta.

Desde de 2008, hay 2,7 millones de personas más en desempleo

Además, en los últimos años, el Ejecutivo navarro ha puesto en marcha varios paquetes de medidas anticrisis. 'Estas medidas son coyunturales, para adaptarse a la situación actual, e inciden mucho en los colectivos más desfavorecidos por la crisis', afirma Remírez. La creación de itinerarios que combinen orientación laboral y formación, un plan extraordinario para fomentar la incorporación al mercado laboral de los mayores de 45 años o ayudas para los centros especiales de empleo son algunas de esas medidas, cuya influencia se nota en la reforma de las políticas activas que el Gobierno central aprobó en febrero.

Castilla-La Mancha ha sido también un referente en cuanto a medidas novedosas, especialmente su Plan de Choque contra el Desempleo. Precisamente, la actual secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, fue antes consejera de Empleo de la comunidad. 'El Plan de Choque es novedoso y por eso se ha exportado al ámbito nacional. Intentaba atajar la situación una vez que las personas en paro agotaban sus prestaciones y subsidios y no sé sabía qué iba a pasar con esa gente', explica la profesora de Derecho del Trabajo de la Universidad de Castilla-La Mancha María Encarnación Gil. El plan contemplaba medidas de formación y orientación combinadas con ayudas económicas de 426 euros, entre otras.

En Canarias hay unos 50.000 jóvenes en paro y sin formación

No obstante, Castilla-La Mancha es una de las más golpeadas por el paro, con una tasa por encima de la media, el 21,7%. La falta de industria, el peso de la construcción y de las zonas rurales han jugado en su contra. 'No hay que engañarse, estas políticas están bien planteadas y han servido para paliar, pero el paro sigue alto, es un problema de mayor calado. Además de las políticas activas hay que mirar a otros lados y buscar otras medidas, como la reforma del sistema financiero', dice Gil.

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