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Zapatero avisa de que el PP ejerce el poder "sin límites"

El PSOE se declara 'sensible' con las quejas de los indignados y aún confía en los indecisos

GONZALO LÓPEZ ALBA

'Encarecidamente y con toda mi alma'. Así es como pide ya el voto José Luis Rodríguez Zapatero, con la autoridad de quien no pide para sí mismo y con la 'sensibilidad democrática' para, a falta de soluciones inmediatas y milagrosas que ofrecer, al menos 'escuchar' y hasta 'comprender' a los marginados por la crisis que el domingo se echaron a la calle para exteriorizar su indignación por la falta de horizonte.

Gente que en su mayoría engorda la bolsa de los abstencionistas o de los indecisos, a los que el PSOE aún cree posible movilizar a su favor para salvar los muebles el domingo. 'En la medida en que se reactive una parte del electorado progresista, tendremos un mejor resultado del que pronostican las encuestas', comentó ayer el coordinador de la campaña, José Blanco. De ahí que, en el sprint final, Zapatero volviera a apelar ayer, como suele ocurrir en todas las convocatorias, al voto útil de 'la mayoría progresista' y, especialmente, a las mujeres, las más directamente concernidas por las políticas de igualdad.

El presidente insiste en que las generales serán en marzo, pase lo que pase el 22-M

El presidente, durante un encuentro en Sevilla con los periodistas que siguen la campaña de su partido, expresó su confianza en que no se traduzca en un castigo en las urnas el malestar de quienes no tienen expectativa de trabajo ni vivienda porque, según dijo, son su 'prioridad'.

A ellos se dirigió especialmente en el mitin que después protagonizó en un desangelado parque al aire libre, ante cerca de 3.000 personas: 'A los que puedan tener críticas, les digo que este partido siempre las ha admitido y siempre ha escuchado. Nosotros sabemos escuchar, rectificar y estar cerca de la gente. No tenemos la prepotencia del PP'.

Blanco aún fue un poco más allá y dijo 'compartir el fondo' de la protesta para, a continuación, hacer hincapié en que quien merece el voto de castigo es el PP, porque son sus dirigentes 'los que compartieron mesa y mantel con los de la codicia y los de la especulación, y los que dicen que hay que volver al pasado'. Y, ante el 'incierto horizonte' que plantea esta connivencia, los progresistas 'no pueden tener una actitud pasiva'.

Niega que prepare nuevos ajustes y pide al PP 'que no intoxique'

Mucho menos cuando el PP ya ha dado pruebas de cómo encararía la crisis, implantando el 'copago educativo' en Galicia, como subrayó Blanco, o planteado recuperar la deducción fiscal para la vivienda, una iniciativa que Zapatero tachó de 'gravísimo error'. El presidente señaló que ese incentivo contribuyó de manera importante a inflar la burbuja inmobiliaria, de la que procede 'el 70%' del paro en España y sin la que ahora 'estaríamos creciendo a la media europea'.

Zapatero defendió que España 'necesita seguir con las reformas', pero calificó de 'radical y absolutamente falso' que tenga intención de aprobar nuevos ajustes tras las elecciones del domingo, en concreto con un nuevo recorte en el sueldo de los funcionarios. 'Lo he leído en un argumentario del PP y le pido que, ya que no ayuda, que no intoxique', replicó.

En un mitin que fue cajón de sastre de todos los argumentos que ha utilizado hasta ahora, Zapatero volvió a reivindicar el perfil social del PSOE y subrayó que cada alcalde socialista es 'un garante del Estado del bienestar' y alguien 'cercano a la gente' y 'sensible con sus dificultades'.

Pidió también el voto para castigar 'la deslealtad' del PP 'con España' por su actitud ante la crisis e insistió en que sólo el PSOE puede frenar a una derecha que 'no tiene límites' para conquistar el poder cuando está en la oposición ni para ejercerlo cuando gobierna. 'Ya lo vimos con Aznar', dijo evocando el talante autoritario del expresidente del Gobierno, al que señaló como referente del PP.

Así, habló de 'el PP de Aznar y de Rajoy' y dijo también que los conservadores están 'centrados como Aznar, que es reconocido en todo el mundo como un gran centrista, pero que de tanto centrarse ha acabado diciendo que Gadafi es un gran amigo de Occidente'.

Con Aznar, como ahora con Rajoy, según recordó, el PP tampoco ha tenido nunca reparos en utilizar el terrorismo como arma electoral, crítica que Zapatero enhebró con la autoreivindicación de sus méritos: 'Este es el Gobierno que ha conseguido acorralar a ETA y llevarla cerca del final'. Y del discurso xenófobo del PP sobrelos inmigrantes, ayer se limitó a decir que le resulta, sencillamente, 'repugnante'.

Zapatero, que en su última campaña como líder del PSOE se ha echado el partido a las espaldas, atacó el pesimismo con el recuerdo de que si alguien lo tuvo difícil fueron 'los que no podían votar porque no había democracia'. Y en respuesta anticipada a los que creen que una debacle electoral del PSOE en los comicios municipales y autonómicos puede acelerar el final de la legislatura, reiteró que las elecciones generales serán 'en marzo, como corresponde'. En lo inmediato, el protagonismo del PSOE volverá a recaer hoy en Alfredo Pérez Rubalcaba, uno de los precandidatos para sucederle.

Zapatero no soltó prenda sobre el proceso que, tras las elecciones del domingo, se abrirá en el PSOE para elegir a su sucesor como candidato en 2012. El vicesecretario general, José Blanco, confirmó que el día 28 habrá Comité Federal y que en esa reunión se aprobará el calendario para la convocatoria de elecciones primarias. Pero, durante el encuentro que mantuvo con los periodistas que siguen la campaña del PSOE, Zapatero dijo incluso desconocer este dato, ante el que no ocultó una mezcla de sorpresa y contrariedad porque ese día se disputará en Londres la final de la Champions de fútbol en la que jugará su equipo, el Barça, un acontecimiento que quiere presenciar en directo. Ayer ni siquiera quiso desvelar si votará en las primarias. 

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