La oposición valenciana sigue siempre con especial interés los entuertos judiciales del Santiago Calatrava fuera de las fronteras del País Valencià. Y suele ver paralelismos.

La sentencia del Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo, que condena al arquitecto y a su equipo a pagar 3,5 millones de euros por negligencias en la construcción del Palacio de Congresos de Oviedo, ha movido a Esquerra Unida del País Valencià. EUPV anunció ayer la presentación de una proposición no de ley en el Parlamento valenciano para que 'se revisen a fondo todos los proyectos encargados a Calatrava por la Generalitat', según anunció el portavoz y diputado Ignacio Blanco.

Y es que la administración valenciana, en manos del PP desde 1995, ha encargado decenas de proyectos arquitectónicos a Calatrava, algunos de los cuales también han acabado en los tribunales. 'Los problemas de funcionalidad derivados de un mal diseño arquitectónico no son exclusivos de Oviedo sino que han sido habituales en las obras de Calatrava en el País Valencià', explicó Blanco tras conocer la sentencia del juzgado asturiano.

El portavoz de EUPV ejemplificó estos 'errores del diseño arquitectónico' con el caso del Palau de les Arts de Valencia, el teatro de la ópera inaugurado en 2005, donde 'ha habido problemas con inundaciones y con la deficiente acústica que obligaron a cambiar todo el revestimiento de madera de uno de los auditorios con un sobrecoste estimado de seis millones de euros'.

Blanco criticó también el formato habitual de contratación de la Generalitat con el arquitecto éste cobra un porcentaje del coste total y también de los habituales sobrecostes. 'Nos encontramos ante la paradójica situación de que sus errores técnicos suponen un perjuicio económico para el erario valenciano pero un beneficio aún mayor para él', señaló el portavoz.

Además, EUPV ha pedido al futuro Consell tener acceso a 'todos los expedientes, tanto de las obras que se han llevado a cabo como de aquellas que se han quedado sin ejecutar'. Tal es el caso de las denominadas Torres de Calatrava, un proyecto que nunca se llegó a ejecutar, anunciado en su momento a bombo y platillo 'tendrán una trascendencia mundial', afirmó el arquitecto durante la presentación de la maqueta, por el cual cobró 2,5 millones de euros.

Sobre este proyecto la Fiscalía de Valencia abrió diligencias de investigación penal por supuestos delitos de prevaricación, malversación y fraude fiscal a raíz de una denuncia presentada por EUPV.

La denuncia también incluye al Centre de Convencions de Castellón, otro proyecto no ejecutado por el cual Calatrava cobró un total de 2,7 millones de euros, y un proyecto menor en Torrevieja. En total, 5,8 millones de euros facturados por la empresa del arquitecto, In Hoc Signo Vinces SL, por grandes proyectos nunca ejecutados.

Para Esquerra Unida hay paralelismos con el caso asturiano. Por ello, ayer instaron al Consell que se constituirá en las próximas semanas a que 'cambie de actitud' hacia el arquitecto 'residente en Suiza'.

La formación llegó incluso a recomendar la senda iniciada por las empresas aseguradoras que denunciaron al arquitecto. Así, Blanco pidió a Camps 'que deje de consentirle todos los caprichos y defienda el interés público poniendo en marcha los mecanismos para tratar de recuperar el dinero gastado indebidamente, como han hecho las compañías aseguradoras en el caso del Palacio de Congresos de Oviedo'.