'Atender a las familias que piden recuperar esos restos y procurar esa exhumación cuando sea posible y, cuando no, contribuir a la dignificación colectiva de las personas enterradas ahí'. El Gobierno ha trasladado esta instrucción genérica verbalizada ayer por el titular de Presidencia a la comisión de expertos que estudiará el futuro del Valle de los Caídos.

La solicitud, eso sí, tiene mayor complejidad técnica que retórica. El comité analizará las peticiones de exhumación que realicen los familiares, pero nada garantiza que satisfaga su deseo de separar víctimas y victimarios, que ahora yacen mezclados y sin identificar en la mayoría de los casos. Los informes forenses elaborados hasta ahora por mandato del Gobierno califican de 'extraordinariamente compleja la identificación individualizada' de la mayoría de los restos, como recordó el propio Ramón Jáuregui al dar cuenta de la constitución del grupo de expertos que celebraron ayer su reunión fundacional en la Moncloa. La futura ubicación de los restos de Francisco Franco y el fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, enterrados en la cripta con todos los honores, también se someterá al análisis de este comité, según señaló Jáuregui.

La identificación será 'extraordinariamente compleja', recuerda

Los 12 expertos que estudiarán su destino pertenecen en su mayoría a los ámbitos del Derecho y de la Historia. Ayer se impusieron cinco meses de trabajo 'sin opiniones preconcebidas', según señaló uno de sus coordinadores, para acordar un informe que recoja las transformaciones que hagan que el Valle de los Caídos 'deje de ser un lugar de memoria de parte' y se convierta en un espacio en el que puedan sentirse 'cómodos todos los españoles y rinda tributo a todas las personas enterradas allí', según explicó Jáuregui.

'Lugar de memoria reconciliada, memoria viva, espíritu de consenso...'. El titular de Presidencia insistió en todas las fórmulas posibles para ilustrar un futuro para el mausoleo de Franco donde se encuentran enterradas 33.800 personas libre de su actual carácter de 'monumento a la guerra y al nacionalcatolicismo', espíritu con el que fue construido.

El futuro de los restos de Franco y José Antonio también será analizado

Recién comenzado su trabajo, el comité de expertos ahora constituido se organizará en grupos de estudio en función de la especialización de cada uno, conjurados en el compromiso de 'encerrarse' y reflexionar 'en la intimidad', como previno Jáuregui. Su intención inicial es pronunciarse, únicamente, a través del dictamen que recogerá sus recomendaciones.

En todo caso, algunos imponderables se mantendrán, anunciando futuros cambios más cosméticos que de fondo. La basílica que bendice los restos del dictador seguirá siendo el lugar de culto católico que es en la actualidad, aunque la comisión mandatada por el Gobierno reformulará la relación con la comunidad de religiosos benedictinos que viven allí. La cruz monumental que mandó levantar Franco sobre su túmulo también se mantendrá, como admitió Ramón Jáuregui.

Entre los primeros objetivos que se ha impuesto la comisión de expertos figura hacer del Valle de los Caídos 'un lugar de memoria vivo', con exposiciones y actividades educativas 'sin pretensión vengativa o de confrontación', según Presidencia.

La comisión deberá resolver también cuál será el órgano que gestione el complejo, dependiente en la actualidad de Patrimonio Nacional.