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Rajoy se esfuma de la escena política durante una semana

'Mañana me pongo a trabajar para recuperar España', dijo la misma noche electoral

MARÍA JESÚS GÜEMES

El PP no vivió ayer uno de esos lunes negros que sacudieron a sus siglas desde la derrota electoral de marzo de 2008 hasta la celebración en junio de su XVI congreso nacional en Valencia, donde Mariano Rajoy fue reelegido presidente de los conservadores.

Al contrario. El arranque de esta semana ha sido uno de los más tranquilos de los últimos tiempos. De hecho, el jefe de la oposición no convocó reunión del Comité de Dirección ni la posterior y tradicional rueda de prensa de su secretaria general, María Dolores de Cospedal. La sede nacional del PP era un desierto.

El líder del PP reaparecerá mañana en una comida con dirigentes

Una actitud que choca frontalmente con el mensaje que Rajoy lanzó la misma noche electoral cuando salió al balcón de Génova acompañado del alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, y de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. Entonces dijo que se iba a poner 'a trabajar para recuperar España, su economía y crear puestos de trabajo' al día siguiente. Pero llegó el 23 de mayo y celebró su triunfo en las municipales y autonómicas con un Comité Ejecutivo Nacional al que acudieron todos los vencedores. Dos jornadas después fue a la sesión de control en el Congreso y luego desapareció del mapa político. Y con él la mayoría de sus cargos, que estaban deseando poder desconectar algo tras tanto viaje y mitin.

Antes de evaporarse, Rajoy volvió a pedir un adelanto electoral. En ningún momento ha planteado una moción de censura para forzar la situación. Lo tiene descartado porque sabe que no saldría adelante.

Por eso y porque es el PSOE quien más faena tiene por delante, el líder conservador consideró que era buen momento para quitarse de en medio. Primero el fin de semana, que aprovechó para ir a ver a su hijo mayor, que está estudiando en Inglaterra. Y después evitando cualquier aparición pública. Los suyos dicen que está realizando tareas de despacho, cerrando la agenda y preparando la conferencia del próximo viernes en el Círculo de Economía de Sitges (Barcelona).

No concede una rueda de prensa desde el pasado 11 de abril en Berlín

Mientras tanto, a quien le ha tocado dar la cara ha sido al presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas, que salió el sábado y ayer lunes a valorar la coronación del vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, como sucesor de Zapatero y a criticar el 'dedazo' de los socialistas.

Mañana, Rajoy volverá a escena. Celebrará su encuentro de maitines y comerá con sus presidentes regionales. A los que gobiernan les pedirá de nuevo austeridad. Con el resto, tendrá oportunidad de abordar los posibles pactos. Él ha dado autorización a los suyos para que hablen 'con todo el mundo', así que dentro de sus filas no ven tan rara una coalición con IU en Extremadura. A algunos les parece más factible incluso que cerrar un acuerdo con Francisco Álvarez-Cascos en Asturias. En el PP, eso sí, temen lo que pueda ocurrir en Euskadi porque están convencidos de que el PNV llegará a entenderse con Bildu.

Rajoy ha tratado además de pasar desapercibido dejando que sea el PSOE quien cope los titulares. 'Todo el mundo está pendiente de sus líos', indican algunos dirigentes del PP que aplauden que su formación no sea el centro de atención por una vez. El dirigente conservador tiene previsto mantener un perfil plano hasta las generales. Él prefiere no arriesgar, no cometer errores. Ha comprobado que le reporta más beneficios que desventajas. Pero es que, además, se encuentra cómodo en ese papel porque es acorde con su personalidad.

La derecha prefiere que 'los líos del PSOE' sean los que copen los titulares

Será difícil saber qué es lo que piensa del PSOE. El dirigente conservador no da una rueda de prensa desde el pasado 11 de abril, y fue cuando se desplazó a Berlín para ver a la canciller alemana, Angela Merkel. En aquella ocasión pidió que le preguntaran por la celebración de esa reunión y se negó a hablar de las listas del PP valenciano con imputados que él mismo acababa de avalar.

Durante la campaña electoral, Rajoy tampoco respondió a las preguntas de los periodistas y, a pesar de la victoria, no compareció, dejando a su responsable de Organización, Ana Mato, ese protagonismo. 

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