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La Iglesia afirma que la visita del papa no costará ni un euro

La jerarquía eclesiástica asegura que no habrá contribución pública, pero varios informes la cifran en 60 millones

JESÚS BASTANTE

La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que el próximo agosto traerá a Benedicto XVI por cuarta vez a España y que congregará a más de un millón de jóvenes, 'no va a costar un euro al contribuyente ni a las arcas públicas', según aseguró ayer el director financiero de las jornadas, Fernando Giménez Barriocanal.

Una afirmación tajante que choca con la realidad, demostrada en estudios como el Anuario de la laicidad 2011, de la Fundación Ferrer i Guàrdia, o en las denuncias presentadas por IU o Europa Laica. Estas entidades cifran la aportación de las distintas administraciones públicas (Gobierno, Comunidad y Ayuntamiento de Madrid) en unos 60 millones de euros, entre cesiones de terrenos, seguridad, viajes, sanidad, limpieza y, especialmente, a través de las exenciones fiscales, ya que el acto ha sido calificado por el Consejo de Ministros como 'evento de interés especial', al mismo nivel que la Barcelona World Race o el Mundial de Baloncesto.

Aunque Giménez Barriocanal no quiso dar cifras concretas, sí se atrevió a aventurar un presupuesto 'dinerario' en torno a los 50 millones de euros, del que, según él, no habrá ningún tipo de inversión pública. Pero en dicho gasto no se incluyen las aportaciones 'en especie', que el responsable de las finanzas de la JMJ no entró a valorar. Sin embargo, el responsable de los dineros de la Iglesia sí que fue más allá al indicar que 'la JMJ va a suponer una inyección económica para España de al menos cien millones de euros', pues se espera que la semana del 15 al 21 de agosto llegue a Madrid 'el 3% del turismo extranjero de todo el año'.

'Somos muy conscientes del contexto de crisis al que estamos sometidos. La finalidad de la Jornada no es económica, a pesar de que va a tener una enorme aportación económica tanto para Madrid como para la marca España', señaló Giménez Barriocanal. 'España es un país atractivo, dinámico y solvente. Estamos orgullosos de arrimar el hombro para mejorar la percepción que en el mundo se tiene de España. La Jornada va a proyectar una imagen de España capaz de organizar uno de los mayores eventos que se generan en el mundo', añadió el portavoz episcopal, quien, pese a todo, aseguró que 'no existe una cifra única, porque no sé cuánta gente va a venir'.

La Iglesia insiste en que el acto se paga con el dinero de los peregrinos

La Iglesia ahondó en la idea de que 'la Jornada tiene un coste cero para el contribuyente español, tanto si es católico como si no'. 'No le va a costar nada a las arcas públicas', continuó Giménez Barriocanal. Al tiempo, el responsable de las finanzas de la Jornada Mundial de la Juventud aseguró que 'el coste cero para las administraciones públicas viene porque el evento fundamentalmente se financia, en cuanto a aportaciones dinerarias, de los propios peregrinos. Los católicos aportamos a la Jornada en torno al 70% de la financiación dineraria'.

En cuanto a los beneficios fiscales de las empresas participantes, el portavoz señaló que en España 'hay ahora mismo 15 eventos de especial interés'. Los ocho primeros, entre los que se encuentran el Mundobasket, el Tricentenario de la Biblioteca Nacional o la Barcelona World Race, desgravan un total de 263 millones de euros, que no van a las arcas del Estado. La previsión es que la visita del papa desgrave entre 15 y 20 millones de euros.

Las empresas que participan se llevarán beneficios fiscales

'Los católicos no podemos tener un trato de privilegio, pero tampoco en absoluto de discriminación', resaltó ayer Giménez Barriocanal sobre la polémica de las exenciones fiscales. La dinámica, en todo caso, es similar a la de la financiación a través del IRPF: formalmente, el contribuyente no paga más, ni se le quita dinero del 0,7% que se lleva la Iglesia, pero en la realidad todo ese importe es una cantidad que el Estado no puede utilizar para el conjunto de la ciudadanía.

En la rueda de prensa de ayer apenas se habló de la aportación de las autoridades públicas y tampoco se dijo nada de una visita que ha sido vendida como pastoral pero que tendrá carácter netamente institucional, pues el papa es jefe de un Estado y, como tal, se encontrará con los reyes, los príncipes, el presidente del Gobierno e, incluso, mantendrá una audiencia con Mariano Rajoy. Será el Estado el que pague los viajes y la estancia de Benedicto XVI y su séquito, así como todo lo relativo al dispositivo de seguridad, limpieza u organización de la ciudad. Además, el Gobierno cederá multitud de instalaciones públicas a coste cero e, incluso, trabaja en la expropiación temporal de los terrenos anejos a la base aérea de Cuatro Vientos en Madrid, con las pertinentes indemnizaciones a casi un centenar de propietarios.

Preguntado por estas cuestiones, el responsable de la financiación de la visita del papa se escapó subrayando que 'hay una financiación mucho más importante y que elevaría mucho las cifras de ese supuesto presupuesto'. Giménez Barriocanal se refería a la de los voluntarios, las redes parroquiales y las familias de acogida, claves en un encuentro que debería tener, como el de cualquier otra organización, un carácter privado, pero que en el caso de la Iglesia se magnifica. 'La Jornada no es un evento comercial y la Iglesia no es una empresa, por lo que los criterios difieren', apuntó Giménez.

El gerente del Episcopado anunció además que se está realizando 'un estudio de impacto económico del evento', así como una auditoría de gestión, cuyos resultados no se conocerán hasta el próximo septiembre. Es decir, hasta pasada la visita papal.

Más allá de los especiales criterios de la Iglesia católica española para analizar los costes de la visita, estos gastos han provocado indignación y un aluvión de protestas en diversas organizaciones sociales y sindicales. Así, esta misma semana, CCOO criticaba con dureza la cesión de centros públicos (escuelas, principalmente) por parte de la Comunidad de Madrid, a coste cero, para alojar a los miles de peregrinos que tomarán la ciudad. La organización del acto asegura que se encargarán de los gastos de luz, agua y también de los posibles desperfectos. Por su parte, Izquierda Unida ha emitido una pregunta parlamentaria en este sentido.

Además, la organización Europa Laica, en un reciente comunicado, expresaba su rechazo ante 'el despliegue político, institucional y económico que se está organizando ante la próxima visita del señor Ratzinger, jefe de la iglesia católica', un evento considerado por el Gobierno central, según esta asociación laica, como un 'acontecimiento de excepcional interés público'.

El comunicado de Europa Laica prosigue: 'En dicho acto hay hasta diez ministerios implicados, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid y cientos de funcionarios. Habrá un despliegue de miles de efectivos de las fuerzas de seguridad, se utilizarán centros públicos, habrá beneficios fiscales para el capital privado que haga donaciones...'. 'Son compromisos, situaciones y hechos que nos parecen una aberración política de primera magnitud', expresan desde dicha organización.

Europa Laica denuncia además que 'una parte considerable de esos fondos económicos' dedicados a la próxima visita del papa en agosto saldrá del dinero público, 'un hecho ya de por sí grave, pero que se agrava más en medio de la importante crisis económica, del desempleo y de los recortes de derechos sociales que estamos padeciendo'.

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