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Calidad democrática: hacia un modelo electoral más representativo

El candidato socialista, Rubalcaba, confiesa que le 'gusta' el paradigma de Alemania

JUANMA ROMERO

“Yo tengo un modelo. El modelo que más me gusta es el alemán, me gusta mucho”. Vale, pero ¿cómo funciona el sistema electoral germano que ayer propuso Alfredo Pérez Rubalcaba? La pregunta cundió ayer sábado como la pólvora en la red. Y la respuesta no es fácil de explicar, porque el alemán es un modelo mixto, llamado de representación proporcional personalizada.

Los electores se encuentran con una papeleta dividida en dos partes. A la izquierda, el primer voto. Con él se puede elegir de forma directa a un diputado por distrito, de forma que el candidato que recibe más votos obtiene de forma automática escaño en el Parlamento federal (Bundestag). Alemania está dividida en 299 pequeñas circunscripciones y, salvo excepciones, todos estos mandatos directos van a parar a los dos partidos grandes: los socialdemócratas (SPD) y los democristianos (CDU/CSU).

A la derecha, figura el segundo voto, el más decisivo, pues asigna los otros 299 escaños de una Cámara de 598 parlamentarios de forma proporcional a su peso en las urnas. Son los mandatos totales. Los electores optan por la lista cerrada de un partido en cada uno de los 16 länder (Estados).

Sólo pueden acceder al reparto de escaños las formaciones que superen el 5% de los votos o consigan al menos tres mandatos directos. Pasada la barrera, los escaños se distribuyen siguiendo la fórmula Sainte-Laguë/Schepers –más justa que la usada en España, D’Hondt–, en proporción del número de votos.

A los mandatos totales se les restan los mandatos directos. Pero si un partido obtiene en un land más mandatos directos que diputados asignados por el segundo voto, entonces se crean los llamados escaños adicionales (überhangmandat y en inglés, overhang mandates). Así, el número de parlamentarios en el Bundestag aumenta para acoger a diputados elegidos directamente y que no entrarían al seguirse la regla de la proporcionalidad. Es una peculiaridad del sistema cuestionada por el Tribunal Constitucional alemán en 2008 y que ahora está en revisión.

El resultado se puede ver en el gráfico. Es un sistema casi proporcional puro. Por ejemplo, el SPD logró en el segundo voto un 23% de los sufragios, y dispone de un peso del 23,47% en el Bundestag. Die Linke (La Izquierda), formación homóloga de IU, controla el 12,2% de la Cámara y rebañó el 11,9% de los votos. Todas las fuerzas, incluso las pequeñas, reciben una prima. La bonificación de la CDU/CSU es mayor porque fue la alianza que se hizo con los 24 escaños adicionales.

En España, el sistema, poco proporcional, como ha sancionado el Consejo de Estado, beneficia sobremanera a PSOE y PP, ajusta la representación de los nacionalistas y castiga con dureza a IU y a UPyD.

-Elecciones 2009 al Bundestag alemán (resultados)

-Sistema electoral alemán (página del Parlamento federal)

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