Público
Público

El 15-M vuelve al lugar donde empezó todo

La marcha ciudadana encara su recta final hacia Madrid

MAITE INIESTA

Indignados de todo el país marchan en dirección a Madrid. La expedición, de unas 500 personas, llegará a la capital el próximo 23 de julio y tiene previsto realizar ese mismo día una manifestación delante del Congreso. Los primeros caminantes se verán en la periferia de Madrid el viernes 22, para entrar en la ciudad el sábado y unirse a otros indignados que llegarán en autobuses para recorrer el último tramo del itinerario.

La iniciativa surgió en Barcelona, pero fue en Valencia donde se lanzaron primero a la carretera el pasado 20 de junio. Después le siguieron muchas más ciudades que habían albergado acampadas del 15-M en sus plazas. La marcha se divide en seis rutas: sureña, suroriental, nororiental, norteña, este y la noroeste [ver gráfico]. La ruta extremeña comenzó su camino pero se volvió pronto a casa.

Jorge: 'Cada pueblonos anima a seguir. Saben qué hacemos y nos apoyan'

La jornada comienza para la mayoría de los viajeros a las cinco de la mañana. Tras levantar el campamento y desayunar algo se preparan para realizar el itinerario marcado: 20 ó 22 kilómetros cada día.

'Es una paliza, pero ya hemos acostumbrado el cuerpo a ese ritmo', dice Aldo, que participa en la marcha que salió de Barcelona. En total caminan cada día aproximadamente seis horas por la mañana y dedican la mayor parte de la tarde a hablar con la gente de las localidades por donde pasan.

'Salimos con una mentalidad y hemos tenido que cambiar el chip. Al principio íbamos con el megáfono, gritando consignas. Pero conforme nos adentrábamos en los pueblos, aplicamos un trato más cercano, más familiar y, al final, más productivo', explica Guzmán desde la marcha que partió de Valencia.

Los que iniciaron la caminata saben que no es fácil animar a la gente a unirse a la marcha. Jorge, de Murcia, explica: 'Llevamos 16 días de viaje y más de 200 kilómetros a nuestras espaldas. Cada pueblo nos motiva a seguir. Saben lo que estamos haciendo y nos apoyan'.

David: 'La Guardia Civil nos escoltó por ir por una autovía, pero no nos multó'

Uno de los aspectos que más les está llamando la atención es el apoyo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. 'Hace tres días, la Guardia Civil nos escoltó porque caminábamos por la autovía, nos acompañaron hasta un camino de servicio y no multaron a nadie', relata David, de Bilbao.

La nota peculiar llega desde la marcha que viene del noroeste. Pablo Novoa, caminante gallego, comenta que durante cuatro horas tuvo unos singulares compañeros de viaje. 'La televisión pública de Corea del Sur nos acompañó para entrevistarnos. Estaban interesados en el movimiento de los indignados porque en su país hay manifestaciones de universitarios'.

'Lo más impresionante es que desde distintos puntos de España la gente ha decidido echar a andar hacia Madrid, rechazando la corrupción, con el deseo de mayor transparencia y pidiendo una democracia más participativa', expone Pablo. Para Daniel, de la marcha asturiana, participar supone un desafío: 'Es una experiencia increíble y para mí, con mis muletas, es un reto. A nivel colectivo está siendo muy gratificante, nos complementamos y hacemos que esto funcione'.

El movimiento cuenta con diversas plataformas de difusión en redes sociales que se actualizan con frecuencia. Tienen un blog donde comparten la aventura a través de un Diario de ruta, en el que relatan su experiencia, el lugar en que se encuentran, las incidencias surgidas y exponen sus necesidades.

Guzmán: 'Al principio íbamos con megáfono, ahora el trato es más familiar'

Todas las marchas tienen necesidades similares: comida, agua, material sanitario, coches de apoyo, pero, por encima de todo, la solidaridad. Buscan personas dispuestas a colaborar ofreciendo un lugar de descanso o ayudando a montar las tiendas y, por supuesto, participando con sus ideas. Como cuenta Enrique, de la marcha riojana, los objetivos de la marcha son fundamentalmente dos. Se trata de 'extender e informar sobre las ideas del movimiento a la gente que no puede acercarse a las capitales de provincia, y recoger propuestas, ideas y quejas para ponerlas en común y seguir trabajando.'

Aunque quedan menos de 100 días para la manifestación del 15 de octubre, los planes de futuro van más allá y comprenden la creación de un foro social con todos los participantes del movimiento español y otro foro a nivel europeo. El proyecto de la marcha incluye la elaboración de un libro que recogerá las inquietudes, reivindicaciones, experiencias y luchas que se hayan reunido a lo largo del camino.

Carlos Pinto. Caminante de la ruta suroriental

1 - ¿Desde cuándo forma parte del Movimiento 15-M?
Desde el primer día. Estuve acampado dos semanas en Málaga, pero tuve que volver a casa por temas de estudios. Me identifico plenamente con los ocho puntos que reclama Democracia Real Ya.

2 -  ¿Qué motivos le llevaron a unirte a la marcha?
Siempre me había hecho ilusión la idea de recorrer España con la mochila. Ya en la acampada habíamos hablado, medio en broma, de ir a Madrid. Cuando realmente se planteó la posibilidad de ir me hizo doble ilusión.

3 - ¿Cuál es su aportación a este proyecto?
Organizar la ruta de Málaga, después Granada se unió a la marcha y hubo que adaptarla variando un poco el itinerario.

4-  ¿Cómo es el día a día?
Somos un grupo completamente dispar. Casos significativos de esa diversidad pueden ser la chica de 17 años que venía con nosotros, que ya abandonó la marcha, y un hombre de 71 años que aún continúa, y somos amigos. Es un movimiento apartidista, nos une una causa común. Aunque también es muy duro, el calor es a veces excesivo y el agua escasea, pero la hospitalidad de los pueblos es enorme.

5 - ¿Qué objetivos persiguen los indignados?
Buscamos explicar el modelo participativo del movimiento y recoger propuestas y demandas. Se trata, en definitiva, de demostrarle a los pueblos que no están solos.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias