La organización terrorista ETA preparaba una ofensiva criminal a finales de 2009. Su jefe, Mikel Carrera, Ata, había ordenado instalar una fábrica de explosivos en Portugal desde la que lanzar una campaña de atentados. Ahora, la Guardia Civil ha descubierto que ese plan incluía la creación de una red de informadores denominada Amarauna (tela de araña), que se iba a extender por todos los rincones de Euskadi y Navarra.

Las funciones de Amaurana consistirían en obtener información de empresarios a los que extorsionar, de objetivos para atentar y de radicales a los que captar. También elevaría informes sobre la izquierda abertzale en cada zona. El desmantelamiento del taller de explosivos de Portugal y la detención de Ata sumió en una crisis a la banda obligándola a cesar en su actividad en marzo de 2010.

Para coordinar Amarauna, ETA había elegido a la abogada Arantza Zulueta, a la que el juez Fernando Grande-Marlaska envió a prisión ayer. Estaba en libertad provisional tras haber sido arrestada en abril de 2010 en la operación contra la red H-Alboka, con la que ETA intentaba controlar al colectivo de presos. En su despacho apareció un pen-drive, oculto tras un cuadro alusivo al sumario 18/98, con el croquis de los tres zulos hallados el martes en el sur de Francia. El hallazgo de los zulos hizo que el juez revocara la libertad provisional de la letrada.

En la operación contra el aparato H-Alboka, la Guardia Civil se hizo con 120.000 documentos internos de ETA. En uno de ellos, dirigido a Bixer, uno de los alias de Zulueta, se explicaba el diseño y funciones de Amarauna.

En otro documento, ETA encarga a Zulueta que recopile información sobre la Audiencia Nacional, a la que acude con regularidad para defender a acusados de pertenecer a la banda. La semana pasada participó en el juicio por el caso Bateragune.