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ICV se plantea romper su alianza con IU para las elecciones generales

Los ecosocialistas pretenden circunscribir su acuerdo con Lara a Catalunya

JUANMA ROMERO

De la cena en un céntrico restaurante de Barcelona, el pasado 21 de julio, Izquierda Unida se guardó la impresión de que había mantenido una reunión “cordial y franca”, y “al máximo nivel”, con Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), pero mascó el regusto amargo de una “mala noticia”. Y la que le dieron los ecosocialistas no era un mal trago pasajero. Según pudo confirmar Público, le plantearon su intención de no concurrir en coalición con IU para las próximas elecciones generales en todo el Estado. ICV ofertó circunscribir la alianza exclusivamente a Catalunya. Se rompería así una entente que ha funcionado desde 2004.

La ejecutiva de Cayo Lara acordó el lunes pasado “priorizar” el diálogo con ICV, dentro de la ronda de contactos abierta con el resto de fuerzas y colectivos progresistas. Por dos razones: los ecosocialistas son socios preferentes de IU y Catalunya es un bastión clave en unas generales. De hecho, los únicos dos diputados logrados por IU-ICV en 2008 proceden de Madrid y Barcelona. Pero la federación no ha sido ajena a los movimientos impulsados por sus aliados en esta legislatura: el lanzamiento del foro Espacio Plural –una plataforma que agrupa a seis izquierdas ecologistas y federalistas– y el apoyo a Equo, la formación rojiverde y estatal dirigida por Juan López de Uralde. Por ello, y porque los comicios se huelen ya a la vuelta de la esquina, en otoño, IU quería conocer los planes de ICV para las generales.

La contestación fue rápida. El pasado jueves cenaron las dos delegaciones. Por parte de IU, su líder, Lara; su número dos y secretario de Organización, Miguel Reneses, y los responsables de Internacional, Área Electoral y Finanzas, Willy Meyer, Ramón Luque y Antonio Cortés. Por ICV acudieron su secretario general, Joan Herrera, y dos de sus vicepresidentes, Jordi Guillot y Laia Ortiz.

ICV alega que debe obedecer al Partido Verde Europeo, al que pertenece

ICV manifestó, según todas las fuentes consultadas, su pretensión de no firmar una coalición en todo el Estado con Lara, pero entendía que esa ruptura sí sería compatible con la reedición de la alianza en Catalunya con Esquerra Unida i Alternativa –EUiA, la marca autonómica de IU–. Los ecosocialistas explicaron que no querían entrar en “contradicción” con la línea del Partido Verde Europeo, al que pertenecen tanto ICV como Equo. Pero también, como gesto de no agresión a IU, se comprometieron a “no competir electoralmente” con ella. Es decir, desechaban todo pacto con Uralde. Tal fue la conclusión que extrajo la delegación de Lara. ICV rechazó ayer ofrecer su versión. “Nosotros, ni confirmamos, ni desmentimos nada. No iremos detrás de las filtraciones”, replicaron a este diario dos máximos responsables.

IU interpretó que la decisión de ICV, acogida sin ninguna “sorpresa”, no estaba cerrada, y de hecho ambas partes se citaron para septiembre, cuando se supone más nítido el tablero de la izquierda. La federación, en palabras de Reneses, busca “sumar más fuerzas” para una lista unitaria “sobre la base solvente” de una alianza con los ecosocialistas. “IU quiere ser coherente con lo aprobado por sus órganos de dirección. Si otros se bajan del tren, que lo expliquen. Generosidad por nuestra parte no va a faltar”, añadió Luque.

Siempre según los interlocutores de IU, ICV se mostró dispuesta a repetir su coalición si se lograra ahormar un frente unitario amplio, la opción a la que más han empujado Gaspar Llamazares y su grupo –IU Abierta– y que ha sido asumida, con matices, por la dirección.

“Debemos sumar de todos lados, también en Valencia y Balears”, insistía ayer un responsable gasparista. Ahí está el foco del conflicto: en las dos regiones, IU sufrió escisiones, y ambas se sitúan hoy en la órbita de ICV y Equo. En Valencia, se segregó Iniciativa del Poble Valencià (IdPV), que unida al Bloc en Compromís venció a IU en diputados y votos el 22-M. En Balears, se separó Iniciativa Verds, y su acuerdo con el Partido Socialista de Mallorca ganó a IU.

Ambas partes han quedado en volver a verse a la vuelta de las vacaciones

¿Por qué es crucial para IU una coalición con ICV en todo el Estado y no sólo en Catalunya? Los votos y escaños de la alianza IU-ICV se computan juntos. Y son determinantes para el reparto de subvenciones por mailing (la propaganda electoral que se envía por correo) y la conformación del grupo parlamentario en el Congreso. Cierto es que este pueden integrarlo partidos que no hayan concurrido unidos a elecciones, pero en ese caso la convergencia de IU e ICV se haría “más difícil”, según avanzaban varios dirigentes. Pero, por encima de todo, se trata de un problema político: para ambas fuerzas, la ruptura significaría retroceder a los tiempos de Julio Anguita. La refundación de IU quedaría asimismo en entredicho.

¿Y sin acuerdo en España, es posible la entente en Catalunya? “No –zanjó tajante Reneses–. No contemplamos otro escenario que mantener la coalición en Catalunya y en el resto del Estado, porque es lo que nos demandan los electores. Eso es clave. Lo demás es estar en misa y repicando”. IU “seguirá trabajando” por el pacto y por ello se guiará por la “prudencia”. La cúpula cree contar con el respaldo de su rama catalana, con quien se reunió también el pasado jueves, antes de la cena con Herrera, Ortiz y Guillot. Ayer, algunos cuadros de EUiA subrayaban que, si cuajase la ruptura, permanecerían del lado de IU. Otros recordaban, en cambio, el carácter “prioritario” del acuerdo con ICV y la “autonomía” de la que goza EUiA.

La formación de Herrera ni confirmó ni desmintió. Pero la ratificación se podía hallar igualmente en Equo. “Sabemos que ICV se ha reunido con IU y que no irá con ellos en generales. Somos nosotros su referente estatal”, admitió Uralde, quien dijo “entender” que sus aliados autonómicos sostuviesen sus “prioridades” y pactos con otras fuerzas, como EUiA en Catalunya o el Bloc y Els Verds en Valencia. A Equo, no obstante, le “gustaría” concurrir con sus “socios” de ICV, con quienes está a punto de firmar un acuerdo de colaboración.

En 1997, en paralelo a la marcha de Nueva Izquierda, Julio Anguita procedió a la ruptura con ICV y alentó la creación de EUiA. Así, IU e ICV concurrieron por separado en las municipales, europeas y catalanas de 1999 y en las generales de 2000. Ambas pintan como un mal recuerdo aquellos años. Quizá el mejor ejemplo esté en las autonómicas: del 9,71% de los votos y los 11 diputados de 1995 se pasó en 1999 al 2,51% de los ecosocialistas y el 1,42% de EUiA. En total, tres escaños, todos de ICV y ninguno de IU. En las municipales, de los 373 ediles y el 11,9% de los votos de 1995 se saltó a los 291 concejales y 7,8% de las papeletas conseguidos por ICV y los 35 escaños y el 1,98% de EUiA.

Tras su llegada al poder de IU en 2000, Llamazares intentó restañar las heridas con los ecosocialistas. Para las locales y autonómicas de 2003, volvió una alianza sostenida hasta hoy. IU-ICV logró 10,35% y 397 ediles, y tras las autonómicas de ese año entró en el Gobierno tripartito de Pasqual Maragall. El acuerdo se repitió en las generales de 2004 y 2008, en las europeas de 2004 y 2009 y en las municipales de 2007 y 2011. 

Sin embargo, en los últimos tiempos las relaciones de IU e ICV se han enfriado. Los episodios más recientes son la disputa por el senador de designación autonómica –el representante de EUiA fue desplazado por el ecosocialista Joan Saura– o las negociaciones para las municipales del 22 de mayo, que desde IU revelaron ayer como 'tensas y en momentos muy difíciles'. Por eso, y por los contactos previos entre las dos formaciones, no sorprendió la postura de Joan Herrera, Jordi Guillot y Laia Ortiz. 

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