España ha convencido a la Comisión Europea, aunque sólo en parte, de que su mercado laboral no puede con más parados. El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero había argumentado que el sistema no soporta ya la llegada de ciudadanos rumanos al ritmo que lo ha hecho en los últimos años y que necesitaba limitar su entrada. Bruselas ha accedido a que Madrid reintroduzca, aunque con limitaciones, los permisos de trabajo para los nacionales de este país, que desde 2009 disfrutan del libre acceso al mercado laboral español.

Desde el gabinete del presidente del Ejecutivo europeo, Jose Manuel Durão Barroso, advirtieron ayer de que 'se vigilará estrechamente' los pasos de España para garantizar que la medida no sea 'desproporcionada'. Además, pusieron a la autorización condiciones y fecha de caducidad: el 31 de diciembre de 2012, frente a 2014 como pretendía el Gobierno español.

El Gobierno pretendía pedir a los rumanos permiso de trabajo hasta 2014

Entre las condiciones, la UE recalca que Madrid no podrá exigir permiso de trabajo a los rumanos que ya están en España con empleo, trabajen por cuenta propia o figuren como demandantes de trabajo, ni tampoco a sus familiares. Y sólo podrá aplicarse a quienes quieran venir a partir de ahora. Ambas restricciones ya estaban incluidas en la propuesta del Gobierno español.

Además, la UE obliga a España a limitarse estrictamente a lo que es necesario para cumplir el objetivo esbozado, es decir, reducir la presión sobre el empleo. Ningún otro derecho adquirido por Rumanía como miembro de la UE podrá ser puesto en cuarentena.

La Comisión controlará la evolución del desempleo español

Por miedo a la llegada masiva de mano de obra barata con la entrada de Rumanía y Bulgaria en la UE en el año 2007, los estados miembros decidieron aplazar a 2014 el derecho de los nacionales de estos dos países a moverse y trabajar libremente. Pero España decidió en 2009 renunciar a esta moratoria para facilitar la llegada de trabajadores, ante la gran demanda de mano de obra.

Ahora, con más de 800.000 rumanos en su territorio, se ha convertido en el primer país de la UE que restringe el derecho de libre circulación de los trabajadores de un determinado país después de habérselo dado. Con ello crea un precedente que podrá ser utilizado por otros en el futuro.

La decisión que hoy debe ser ratificada por el colegio de comisarios podría venirse abajo si alguno de los gobiernos europeos presentara objeciones a la medida. Para allanar el camino, el Gobierno de Zapatero ya ha mantenido contactos bilaterales con Bucarest para explicarle los detalles y ganarse así el apoyo del principal perjudicado.

España había renunciado en 2009 a la moratoria, pero este año la retomó

En cualquier caso, Bruselas se reserva el derecho de dar marcha atrás si con el paso de los meses considera que no se cumplen las exigencias marcadas o el efecto esperado en el desempleo. También revisará su decisión si cree que la modificación es más restrictiva de lo acordado.

La Comisión prevé una supervisión casi constante de la evolución del mercado laboral y exigirá a las autoridades españolas que informen periódicamente. Bruselas quiere cifras que demuestren que Madrid sigue sin poder absorber esta mano de obra mientras dure la reintroducción de la moratoria. El primer informe se le pedirá, probablemente, para finales de este año.

Las cifras son, precisamente, las que han convencido a Bruselas para no impedir a España reintroducir los límites a los que renunció en 2009. La tasa de desempleo alcanzó el 21% en junio, muy por encima de la media en la zona euro, que es del 9,9%. Fuentes comunitarias explicaron que la Comisión 'es muy consciente de las dificultades del mercado' laboral español, pero también dejaron claro que la medida no es la solución al problema del paro en España.