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CiU se resiste a firmar la reforma exprés de PP y PSOE

Advierte del riesgo que supone su exclusión del pacto constitucional y formaliza sus exigencias para apoyar la iniciativa de Zapatero y Rajoy

J. RAMÓN GONZÁLEZ CABEZAS

CiU mantiene su órdago como respuesta al envite lanzado por el PSOE y el PP para consagrar en la Constitución mediante una reforma exprés el principio de estabilidad presupuestaria. La federación nacionalista defenderá hasta última hora una batería de ocho enmiendas que, además de atribuir a los parlamentos autonómicos la concreción del límite del déficit, propone fijar un techo máximo de déficit fiscal interterritorial y garantizar que el principio de solidaridad no altere las posiciones ordinales de aportación per cápita de las comunidades.

'Les conviene hacer caso de las enmiendas de CiU y de otras formaciones catalanas', advirtió ayer en tono grave el propio Artur Mas, en su primera incursión pública sobre la reforma constitucional. 'Si no lo hacen añadió el presidente de la Generalitat y líder de CiU, cada vez la distancia de todo tipo, también la emocional entre Catalunya y España, irá creciendo; cada vez estaremos más separados'.

CiU reclama que se incluya también un techo para el déficit fiscal interterritorial

La severa intervención de Mas añadió más presión a los augurios de Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz de CiU en el Congreso. 'No soy optimista respecto al resultado del diálogo y, por tanto, de negociación entre el PSOE-PP y CiU', declaró Duran tras hablar con Rubalcaba y Soraya Sáenz de Santamaría. 'No lo soy, pero faltan horas hasta la hora de la votación', añadió el dirigente nacionalista, que cargó de nuevo con virulencia contra los actores del pacto.

'No estamos dispuestos a ceder en nada que pueda limitar la capacidad financiera de Catalunya', afirmó Duran, quien advirtió que la reforma no debe comportar una alteración del equilibrio de poder que la Constitución actual establece entre el Estado y las comunidades autónomas. Esta es nuestra línea roja'. Duran se mostró particularmente duro con el presidente del Gobierno. 'Si Zapatero hubiera sido responsable durante sus tres años y medio al frente del Gobierno, ahora no necesitaríamos ninguna reforma de la Constitución', afirmó.

'Si no hacen caso, cada vez estaremos más separados', advierte Artur Mas

En la federación se impuso ayer un total hermetismo sobre la posición de voto y la eventual abstención de ritual en casos críticos. La inesperada pinza entre los dos grandes partidos de Estado y el brusco desplazamiento de CiU de la cocina constitucional, sin embargo, desbarata el pronóstico. En medios del PSOE, la incertidumbre no es menor y, salvo imprevistos de última hora, firmarían una abstención para marcar posición propia frente a otros grupos como ERC o ICV, informa Juanma Romero.

En todo caso, Mariano Rajoy lanzó ayer un guiño desde Lisboa, no exento de expresiones inequívocas sobre el alcance de la gran alianza del final de la legislatura. 'Espero que se sumen una mayoría de partidos. Es importante. Estamos poniendo los cimientos para una España mejor', afirmó al respecto el líder del PP, consciente del eventual papel de CiU en el nuevo escenario político resultante del 20-N.

No cederán en nada que 'limite' la capacidad financiera catalana

Artur Mas se sumó al tono grave del momento, sin apuntar, sin embargo, el sentido del voto de la federación. 'Se nos excluye, no se nos quiere y pasan de nosotros', lamentó el president, quien acusó al PSOE y al PP de haber consumado un 'cambio de rumbo clarísimo' con respecto al espíritu constitucional de los últimos 30 años. El líder de CiU rechazó tajantemente el 'trágala' planteado por ambos partidos e insistió en que su Govern está 'absolutamente comprometido' con la estabilidad presupuestaria. En apoyo a su afirmación, Mas subrayó que la futura ley catalana de estabilidad presupuestaria establecerá el equilibrio en las cuentas 'antes' que lo previsto en el pacto entre PP y PSOE. 'Nosotros no esperaremos al 2020', aseguró el president.

El conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, también participó ayer en el acalorado debate coral del final de la legislatura. El responsable de las finanzas catalanas aseguró que la ley de estabilidad presupuestaria de Catalunya no entrará en contradicción con la reforma constitucional. 'Si se reforma la Constitución, se reforma la Constitución. Nosotros podemos no votarlo, pero la Constitución es la Constitución, y la ley que se presente al Parlamento estará dentro de la Constitución', afirmó en un tono muy institucional.

Mas-Colell aludió directamente a la reforma constitucional y, en contra de las tesis del propio Duran y los dirigentes de CiU, afirmó que 'no necesariamente' supone el principio del fin de la autonomía fiscal de Catalunya. A su juicio, el 'pecado fundamental' es el hecho de haber excluido a CiU de la negociación. 'Si una reforma con cuyo contenido podíamos estar de acuerdo no nos incluye, ¿creen que nos incluirá en reformas de la Constitución en las que podamos tener dudas?', se preguntó en declaraciones a RAC1. 'Evidentemente, no', remachó el conseller, quien calificó este hecho como un 'precedente nefasto de lo que puede venir'. Según Mas-Colell, el acuerdo PP-PSOE 'deja muy claro' que se quedan fuera.

PLENO EXTRA

ICV fuerza el debate

La hoguera política de la reforma constitucional llegará al Parlament, ya que ICV-EUiA, ERC, Solidaridad, Ciutadan's y el diputado Joan Laporta han forzado la convocatoria de un pleno extraordinario sobre el caso, al sumar los 27 diputados necesarios para la sesión, reclamada en vano por Joan Herrera a Artur Mas.

LAMENTOS EN EL PSC

Las reservas de Montilla

En una carta abierta dirigida a la militancia del PSC, el ex- president Montilla afirma que la reforma constitucional 'requería más reflexión interna, más complicidad política (y no sólo con el PP) y, sobre todo, más explicación a los ciudadanos y ciudadanas'.

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