La creación de empleo se supedita al nacimiento de nuevas empresas que necesitan, a su vez, el crédito de los bancos. Sin embargo, en la situación actual, en la que las entidades financieras no conceden esos créditos, el dinero deberá llegar de las administraciones públicas. Esta fue la propuesta que puso ayer encima de la mesa el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Si el 20-N llega a la Moncloa, su Gobierno buscará 'alguna fórmula' para que, mientras el sistema financiero soluciona sus problemas, 'aquellos que tengan una idea o quieran poner una empresa puedan tener crédito para hacerlo' utilizando dinero del Estado.

El candidato juzga «vedada» la opción de bajar sueldos que propone el PP

En su apuesta por el conocimiento y la innovación que volvió a remarcar ayer durante el foro Educación y Empleo del PSOE que se celebró en Madrid, Rubalcaba sumó esta nueva iniciativa a la anunciada un día antes para promover una ley estatal que 'simplifique, facilite y unifique' los criterios para la creación de empresas.

De cara al futuro, el candidato socialista volvió a insistir en la necesidad de invertir en educación. 'Cuanto más te gastes en educación más estás apostando por tu futuro en la sociedad del conocimiento y en la economía global', apuntó.

El ciudadano que dentro de unos años no tenga formación media o superior va a estar, en opinión de Rubalcaba, 'más desenganchado y más desenganchado' del mercado laboral a medida que pase el tiempo. Y por eso recalcó que su partido reforzará su trabajo para que en el futuro 'no haya un grupo de jóvenes que porque hayan salido del sistema educativo sin la formación necesaria estén condenados a la exclusión social'.

Advierte del riesgo de que los jóvenes sin formación sufran exclusión social

La inversión educativa es, a su juicio, necesaria sobre todo durante la crisis. Porque 'es cierto que España tiene un problema económico' y a pesar de ello tiene que competir con los demás países. Para solucionar este problema, Rubal-caba descarta por completo la opción de bajar sueldos, como defiende el PP, para ganar competitividad. 'Es una opción ya vedada para siempre. Otra cosa es que hagamos una política de moderación salarial para mejorar la competitividad. Pero bajar salarios no es la técnica. No lo haríamos jamás', recalcó.

Arremetió, además, contra la estrategia de los conservadores en materia educativa utilizando como pretexto el conflicto que enfrenta a la Comunidad de Madrid y a los profesores de la región por los recortes anunciados por Esperanza Aguirre. Rubalcaba considera que es una 'contradicción insalvable' que la presidenta madrileña diga que la educación es fundamental para, a renglón seguido, 'decir que los profesores que dan la educación, que es tan fundamental, son unos vagos'.

El candidato socialista acusó a Aguirre de 'demonizar' y 'criminalizar' a los docentes por sus protestas para exigir mejoras en sus condiciones laborales. Y recordó que 'no es la primera vez' que la Comunidad de Madrid carga contra el sector público. '¿Os acordáis del doctor Montes? ¿Y de la sanidad pública?', preguntó al cerca de un centenar de compañeros de partido que asistieron al foro celebrado en la sede socialista de la calle Ferraz de Madrid.

'En lugar de enfrentar el conflicto laboral como hace cualquier Administración, parece que en la Comunidad de Madrid tuvieran que demonizar los servicios públicos. Primero de la sanidad y luego de la educación', apuntó el exministro.

El candidato sugirió a Aguirre que si necesita más dinero para la educación pública suprima las ayudas fiscales que otorga a quienes matriculan a sus hijos en centros privados. Además, lamentó que la Comunidad de Madrid deje de ingresar dinero por 'favorecer' a los padres que optan por la enseñanza privada en 'colegios de élite'. 'Esa es la opción política del PP y es lo que lleva al recorte de las plantillas', advirtió.

Durante el coloquio del foro de los socialistas intervinieron, entre otros, el director general de Formación Profesional del Ministerio de Educación, Miguel Soler, y el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.