Una treintena de activistas antitaurinos se han manifestado esta mañana frente a La Monumental de Barcelona, mientras más de 200 aficionados hacían cola para comprar el 5% de las entradas que la plaza está obligada a vender el mismo día de la corrida y que supondrá la última lidia en el coso barcelonés.

La ciudad condal acoge su última corrida tras la prohibición de los toros en Catalunya, que se hará efectiva a partir del próximo 1 de enero. Si bien los ánimos estaban algo exaltados, no se han producido incidentes entre los taurinos y antitaurinos que se han encontrado.

Los manifestantes, convocados por la organización AnimaNaturalis ha brindado con cava para celebrar el fin de 'la tortura de los toros'. 'Estamos contentos, pero hemos venido vestidos de negro porque todavía hay toros torturados en los 'correbous ' y otras fiestas de Catalunya', ha explicado la directora de AnimaNaturales, Aïda Gascón.

A las once de la mañana, la taquilla de La Monumental ha abierto la ventanilla y se han producido empujones y escuchado insultos entre los que hacían cola que se acusaban unos a otros de intentar colarse para conseguir las entradas.

En previsión de que las entradas se agoten rápidamente y mucha gente se quede sin entrada,  a media mañana para ofrecer las localidades de sol y mal situadaslos revendedores han empezado a merodear por los alrededores de la plaza por unos 150 euros y las más buenas por 300.

En internet, la reventa ya alcanza precios desorbitados de hasta 3.500 euros.'Esta tarde veremos como está la oferta de verdad, ahora hay algunos que prueban suerte con precios altos y otros más realistas que intentan ir sacándose de encima las entradas a precios que la gente puede pagar', ha explicado a Efe un revendedor que no ha querido dar su nombre.