La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá (PP), rechazó ayer la propuesta de diálogo de los vecinos que se oponen al derribo de El Cabanyal, el barrio marinero de Valencia. Desde hace 13 años, el Ayuntamiento pretende derribar 1.600 viviendas de la zona para prolongar una gran avenida hasta el mar. Gran parte de los residentes, agrupados en la entidad Salvem el Cabanyal, se oponen.

La alcaldesa no puede, al menos de momento, llevar a cabo los derribos planificados, ya que el plan fue paralizado por el Ministerio de Cultura en 2009. El Ayuntamiento y la Generalitat recurrieron ante el Tribunal Constitucional y la Audiencia Nacional, que todavía no se han pronunciado. En medio de esta espera, una noticia llenó el miércoles pasado de esperanza a los vecinos: la World Monuments Fund, la asociación de defensa patrimonial más importante del mundo, ha incluido al barrio en su catálogo de espacios necesitados de protección.

Tras este espaldarazo, Salvem se dirigió ayer a Barberá mediante una carta. En tono conciliador, la misiva solicitaba una reunión con la edil y le pedía que opte por la rehabilitación y no por los derribos. Le proponía, además, que no considere El Cabanyal como un 'problema' en la relación de Valencia con el mar, sino como un 'barrio de oportunidades'. Ayer, Barberá se negó a recibir a la plataforma mientras 'no deje la violencia absolutamente'. Maribel Doménech, presidenta de la asociación, lamentó ayer la actitud de la regidora. 'Intenta estigmatizarnos con la alusión a la violencia. Siempre hemos utilizado el diálogo, y así lo muestra la carta', concluyó.