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El ala dura del PP ve en el fin de ETA el fruto de un "apaño" con el Gobierno

Jaime Mayor Oreja lleva sus tesis sobre la banda a la manifestación de las víctimas. Miles de personas claman por un fin de la banda sin impunidad

YOLANDA GONZÁLEZ

El pasado sábado, al filo del mediodía el líder del PP, Mariano Rajoy, pedía a los suyos máxima prudencia a la hora de valorar el comunicado emitido hacía sólo dos días por ETA. 'Hay que ser prudentes, apoyar a las víctimas. Sobran los debates estériles, las especulaciones, las frivolidades y las ocurrencias'. Era su intento de parar los pies a dirigentes como Jaime Mayor Oreja, Carlos Iturgaiz o Esperanza Aguirre que vieron motivos para desconfiar de un texto que para su jefe de filas constituía una 'buena noticia'.

Ayer, casi a la misma hora, algunos representantes del ala dura del PP volvieron a destapar sus dudas sobre el cese definitivo de la violencia de ETA. Eran las 13.00 horas cuando Jaime Mayor Oreja, portavoz del PP en el Parlamento Europeo, llegaba a las inmediaciones del escenario alrededor del que giró la concentración convocada en Madrid por la Asociación Voces contra el Terrorismo, presidida por Francisco José Alcaraz. Allí, sostuvo que el mensaje que las víctimas quieren lanzar es 'que la paz no puede ser resultado de un apaño'.

Destacados miembros del Gobierno de Aguirre se suman al acto

El acto, convocado bajo el lema 'Frente a la impunidad, justicia', pretendía denunciar lo que sus organizadores consideran la 'rendición' del Gobierno ante el terror. La AVT, el Foro de Ermua y la Fundación Gregorio Ordóñez también respaldaron la convocatoria.

Mayor Oreja justificó su presencia en la Plaza de República Dominicana de Madrid escenario de uno de los atentados más sangrientos de la banda en que 'nunca' ha dejado de estar con las víctimas. 'Más que nunca tienen razón. Hoy las víctimas hacen un servicio a la verdad', añadió mientras insistía en que el comunicado de ETA es el resultado de un acuerdo entre la banda y el Gobierno.

A lo largo de toda esta semana, la dirección nacional del PP ha intentado buscar el equilibrio entre el hecho de no apoyar oficialmente la concentración y el de no ofender a las víctimas. La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, aseguró el martes en una rueda de prensa que su formación siempre ha respaldado a este colectivo. Pero rechazó dar su apoyo expreso y aseguró que los miembros del partido que acudirían lo harían a título personal.

Cascos, aclamado por los asistentes, cree que el anuncio de la banda caduca el 20-N

Quizá por ello, cuando a Mayor Oreja se le preguntó por las diferentes sensibilidades del PP respecto al comunicado, él se apresuró a responder: 'Yo me represento a mí mismo'.

A su lado, el también europarlamentario y expresidente del PP vasco Carlos Iturgaiz defendió la necesidad de que la sociedad se 'blinde' para evitar que los terroristas 'tutelen' la política en Euskadi. Para ello, apostó por 'instaurar la cadena perpetua y cambiar la ley electoral'.

A su alrededor, se agitaban pancartas con lemas como 'ETA, no. Zapatero, no', 'Gobierno de zorras y gallinas no cedáis a la negociación' y '¿Cese definitivo? Sí, pero de este Gobierno traidor'.

Junto a Iturgaiz y Mayor Oreja, la representación del PP estuvo conformada por la eurodiputada Teresa Jiménez Becerril; los diputados nacionales Cayetana Álvarez de Toledo y Miguel Arias Cañete y destacados miembros del PP de Madrid, presidido por Esperanza Aguirre.

Pese a que la presidenta de la Comunidad de Madrid no estuvo presente alegando motivos familiares, sus fieles sí lo hicieron. Pudo verse a la vicesecretaria del PP de Madrid, Gador Ongil; al consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty, a la diputada regional Cristina Cifuentes o al alcalde de Getafe, Juan Soler.

Otro de los rostros de la política que se dejó ver en esta concentración menos numerosa que las anteriores que convocó a miles de personas fue el presidente del Principado de Asturias, Francisco Álvarez-Cascos.

Para el que fuera hombre fuerte de los gobiernos de José María Aznar, el comunicado de la banda 'sólo tiene vigencia hasta el 20-N'. A su juicio, es un arma 'puramente electoral de ETA'. Álvarez-Cascos, que llegó a la zona de la concentración con una hora de antelación fue aclamado por quienes le reconocieron. Él, a su vez, les pidió el voto para el 20-N, informa Efe.

Pasadas las 13.00 horas, el acto dio comienzo con un minuto de silencio que fue culminado al grito de '¡No estáis solos!'. Acto seguido, tomaron la palabra varias víctimas del terrorismo.

El momento más emotivo se produjo cuando Toñi Santiago, madre de una niña de seis años asesinada por ETA, narró en primera persona el atentado de Santa Pola (Alicante) del año 2002. Los sollozos interrumpieron continuamente su narración; las lágrimas brotaron en gran parte de los presentes y algún grito de ¡Gobierno, asesino!, interrumpió un silencio casi sepulcral.

Por su parte, Jiménez Becerril, hermana de un concejal del PP asesinado por ETA en Sevilla, alertó contra la presencia de la banda en las instituciones: 'Lo único que quiero de ETA es que no hable, y desde luego que no lo haga en un Parlamento'.

La clausura corrió a cargo de Alcaraz. El presidente de Voces contra el Terrorismo dijo 'no' a quienes les piden que renuncien 'a la Justicia'. Y sostuvo que produce 'hedor' el anuncio de ETA puesto que responde a una 'traición' del Gobierno. Terminó añadiendo que las víctimas del 11-M 'tienen derecho a conocer toda la verdad'.

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