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La sedación ya es un derecho para pacientes terminales

Los médicos recomiendan el uso cotidiano de esta técnica

ANTONIO GONZÁLEZ

A partir de ahora, un facultativo que se niegue a aplicar la sedación paliativa a un enfermo terminal que cumpla los requisitos para ello, por ejemplo, debido a sus 'creencias' religiosas, estará actuando fuera de la buena práctica médica. La Organización Médica Colegial (OMC) y la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) han aprobado una guía clínica para que los médicos españoles apliquen la sedación (rebaja del nivel de conciencia mediante fármacos para evitar el sufrimiento) como 'una práctica de uso cotidiano' en aquellos pacientes moribundos que lo precisen y cumplan con los requisitos. Esto es, que tengan síntomas que no responden al tratamiento y que hayan dado su consentimiento.

'Hay muchos pacientes que se mueren y lo están haciendo solos, otros con mucha ansiedad y otros con dolor, y buena parte de ellos sin el apoyo emocional necesario', explicó ayer el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, que defiende que no debe haber 'ningún paciente que se muera sin que le apliquen la sedación que precise' y que, asimismo, 'nadie tiene derecho a imponer sus creencias' al paciente en agonía.

Los facultativos han aprobado una guía como 'alternativa' a la ley que no salió

La guía, que es 'de obligado cumplimiento' para los facultativos y ha sido aprobada por unanimidad por los 52 colegios de médicos que conforman la OMC, es una 'alternativa profesional' a la ausencia de legislación en la materia, después de que la ley de cuidados paliativos anunciada por el Gobierno socialista no se haya aprobado finalmente en esta legislatura. Sin embargo, los médicos creen que los profesionales y los pacientes no pueden esperar más. 'Es una necesidad urgente', precisó el presidente de la Comisión de Deontología de la OMC, Marcos Gómez Sancho, que dejó claro que, ante la sedación, no sólo 'no cabe la objeción de conciencia', sino que su aplicación es un 'deber deontológico' para evitarle al paciente sufrimientos innecesarios. Eso sí, hay que tener en cuenta que las condiciones de la aplicación de esta técnica 'las tienen que dictar las condiciones del paciente, no la familia'.

'No es aplicable que un paciente terminal tenga sufrimiento y no se le aplique la sedación, pero tampoco se debe aplicar cuando no está indi-cada o a dosis incorrectas', agrega por su parte Javier Rocafort, presidente de SECPAL, que en cualquier caso destaca que se trata de un problema que afecta a una parte muy importante de la población. Según sus datos, cada año mueren en España unos 250.000 pacientes en estado terminal, lo que supone, contando con los familiares, que es un trance que afecta anualmente de 750.000 a un millón de personas.

La OMC afirma que no se puede objetar ante una práctica como la sedación

Al mismo tiempo, un 20% de los pacientes en estado terminal presentan uno o más sintomas refractarios (que no responden al tratamiento). A estos pacientes, que por ejemplo presentan asfixia, dolor insoportable, hemorragia masiva o pánico que no se reducen con tratamiento alguno es a quienes hay que aplicarles la sedación. 'Lo único que podemos hacer para que tengan un final digno es reducirles la conciencia', destaca Gómez Sáncho.

En este contexto, los médicos tienen claro que, ante la sedación, no cabe la objeción de conciencia, ya que bien aplicada es una buena práctica médica. Al mismo tiempo, creen que, gracias a la guía el médico que la aplique, tendrá desde ahora una mayor seguridad jurídica. 'Ningún juez se va a atrever a llevar la contraria a algo que ha aprobado la mayoría de la profesión médica y que hay que elevar a la categoría de normal', indicó Rodríguez Sendín.

Por último, los facultativos apuestan porque sea el médico habitual del paciente quien aplique la sedación.

 

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