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La falta de candidatos aumenta el desconcierto en el PSOE

Rubalcaba y Chacón siguen con el recuento de apoyos para calibrar sus opciones de triunfo

GONZALO LÓPEZ ALBA

Al desconcierto creado en el PSOE por la dimensión de la derrota del 20-N se ha sumado en los últimos días el que genera la falta de referentes, de 'alguien a quien mirar'. Así lo reconocieron con pesar varios secretario regionales durante la reunión que el sábado pasado celebró el Comité Federal, cuando tanto José Luis Rodríguez Zapatero como Alfredo Pérez Rubalcaba centraron sus discursos en la justificación del varapalo electoral. Pero esa sensación de desconcierto se ha acentuado con el paso de los días porque nadie acaba de postularse públicamente para tomar el relevo de Zapatero.

Así, entre los socialistas existe la sensación de estar recreando El día de la marmota. 'Desde que Zapatero anunció en abril su retirada, estamos esperando a la llegada del sucesor', señala un dirigente territorial, quien recuerda que, entonces como ahora, la posible elección interna se planteaba entre Rubalcaba y Carme Chacón.

La principal diferencia es que si entonces Rubalcaba rehuyó las primarias, ahora es el más interesado en la legitimación a través de un proceso de competencia interna para, como ha venido a confesar el secretario general de Andalucía, José Antonio Griñán, adquirir un plus de legitimidad que le permita compensar el deterioro provocado por la severa derrota electoral.

Pero, de momento, los dos precandidatos in pectore siguen con el recuento de apoyos para calibrar sus opciones de triunfo antes de postularse de manera pública y formal. Hasta ahora no lo ha hecho ninguno de los dos y se cree que no lo harán si no tienen la convicción de ganar el Congreso convocado para febrero. Este 'tacticismo' empieza a provocar también un cierto cansancio entre los cuadros socialistas, que creen que el momento exige 'más arrojo y determinación' por parte de quien aspire a liderar un partido cuya militancia se siente 'huérfana y deprimida'.

La oportunidad de convertir el Comité Federal del sábado pasado en la caja de resonancia de una sucesión de intervenciones a favor de Rubal-caba no se consumó y ahora el candidato electoral sigue sopesando su decisión. Así lo confirmó ayer, en el programa de La Sexta Al rojo vivo, la que fue directora de su campaña, Elena Valenciano: 'La decisión es personalísima y no ha decidido todavía. Está en fase de consulta, hablando con mucha gente'.

Otro tanto sostiene el entorno de la ministra de Defensa, en el que se teme que la estrategia que se atribuye a Rubal-caba de aparecer como 'el salvador que se sacrifica porque así se le pide' traslade sobre cualquier posible rival, y concretamente sobre Chacón, la imagen de que actúa sólo por ambiciones personales.

De momento, los intentos de deslegitimar a Chacón por su pertenencia al Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), encabezados por José Bono y Alfonso Guerra, han provocado un coro plural de voces en defensa de la ministra de Defensa.

Lo hizo el catalán José Borrell, que en 1998 ganó a Joaquín Almunia las primarias para optar a la Presidencia del Gobierno: 'Le preguntaría a Bono si cree que los militantes del PSOE consideran que yo no podría liderar el partido por ser del PSC. Yo creo que sí podría, y si yo podría, por qué no podría otra persona como Chacón'.

Pero también lo hizo la consejera de Igualdad de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro: 'Más de 30 años de democracia en este país tienen que servir para que el origen económico, social o demográfico no sea ningún obstáculo para poder liderar o representar, en este caso, al PSOE'.

Y el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, advirtió en RAC1 de lo negativo de 'confrontar estas cosas'.

En cuanto al procedimiento para la elección del líder, Elena Valenciano se mostró 'absolutamente partidaria' de que el PSC adopte, como se están planteando, el modelo de las primarias que celebran los socialistas en Francia, en las que pueden participar no sólo los militantes sino también los simpatizantes.

A favor de este planteamiento se declaró también Borrell, pero Valenciano fue más allá: 'Si el PSC lo aprueba, espero que el Congreso federal lo apruebe también'. En su opinión, de haberse celebrado para designar al candidato electoral, 'probablemente las hubiera ganado Rubalcaba de calle'.

Sin embargo, dentro del PSOE hay también otras muchas voces contrarias a ese procedimiento, entre otras razones porque contribuiría a 'acentuar el hiperliderazgo del secretario general, del que ahora abjuramos'.

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