El estreno de Mariano Rajoy en Europa ha dejado al PP un sabor agridulce. Tal y como pretendía, no ha podido colgarse la medalla de lograr que España tenga derecho de bloqueo en el nuevo mecanismo europeo de estabilidad. Su idea era que hiciese falta un 90%, y no un 85%, de los votos de los países de la eurozona para activar un nuevo fondo de rescate. Con ello, España tendría la misma cuota de poder que Alemania, Francia o Italia. Pero no pudo ser. En su punto número 15, el acuerdo suscrito por los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro volvía a aludir al 85% de mayoría cualificada.

El jueves, un día antes de que el Consejo Europeo emitiese su acuerdo, el líder de los conservadores comunicó a sus socios del Partido Popular Europeo (PPE) en Marsella que España iba a demandar el viernes –hoy– una modificación de este mecanismo para tener derecho de veto y capacidad para influir en las decisiones.

Según trasladó Rajoy, era algo que el presidente saliente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, iba a poner sobre la mesa a instancias del PP. Algo que tenía que pelear. Hasta tal punto que en el entorno del futuro presidente del Gobierno insistían en que se lo habían tenido que hacer ver a los socialistas porque se “la estaban colando”.

Por su parte, el presidente del Gobierno saliente explicó en rueda de prensa que la reivindicación del PP naufragó ante el “consenso claro” del resto de socios europeos. Y que no fue atendida pese a que él mismo la propuso “en dos ocasiones” en nombre de su sucesor al frente del Ejecutivo. “Pasar del 85% al 90% suponía que España por sí sola podría vetar”, explicó Zapatero. Sin embargo, “el objetivo de un país como el nuestro más que vetar es facilitar que tengamos posibilidad de que el mecanismo actúe”, argumentó.

“Por naturaleza, nuestro país en esta coyuntura es favorable a que se aplique el mecanismo de estabilidad, como es natural”, en contraposición a “Alemania, Holanda o Finlandia, países que son mucho más exigentes en este contexto”.

Los conservadores no abandonarán esta demanda: 'Hay mucho en juego'

La cumbre de la UE, que reformó las atribuciones del fondo, decidió finalmente adoptar “la misma regla que el FMI”, según reconoció el presidente en funciones. Las conclusiones no cambiaron y se mantuvo el 85%, que supone acabar con la unanimidad que existe hasta ahora y que ralentiza la toma de decisiones. “Se lo he explicado al señor Rajoy esta mañana y creo que lo ha entendido perfectamente”, confió Zapatero en su última rueda de prensa en Bruselas.

Según fuentes del PP consultadas por Público la intención del partido es no abandonar esta demanda pese al revés sufrido hoy. Así, insistirán en ella en las citas europeas a las que Rajoy acuda como presidente del Gobierno. “España no puede renunciar a ello, lo tenemos muy claro. Nos jugamos mucho”, precisaron las mismas fuentes.

En las filas conservadoras consideran que es muy posible que España logre formar parte del núcleo duro de decisiones de la UE a medida que Rajoy vaya poniendo en marcha su paquete de reformas.

Por su parte, el eurodiputado del PP José Manuel García Margallo sostuvo que serán los mercados los que juzguen si lo que se ha hecho estos días en Bruselas es “suficiente o no”, informa Efe.