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Las universidades, camino de cobrar más a los alumnos ricos o repetidores

La falta de financiación pública al campus abre el debate entre los rectores sobre la conveniencia de subir las matrículas

DIEGO BARCALA

La universidad española afronta un cruce de caminos para subsistir como modelo público de educación superior. A la vista de las propuestas políticas cuenta con dos vías a elegir. La británica, que consiste en recortar un 40% de financiación estatal, liberalizar las tasas a los alumnos y elevar también las becas. O la alemana, que ha mantenido los precios y ha vinculado parte de la financiación pública a unos objetivos concretos para los campus. A falta de un modelo estable, la financiación universitaria en España está en el aire y se negocia año a año sin un rumbo fijo.

Austeridad, productividad e igualdad. No existe el modelo de enseñanza superior que consiga tener en cuenta estos tres conceptos a la vez. Así lo expresa el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Minnesota (EEUU), Ben Ansell, en el informe Calidad frente a igualdad: una decisión difícil en enseñanza superior, elaborado para la Fundación Alternativas. Según este politólogo, el modelo español se acerca al 'modelo de élite' de los países centroeuropeos como Alemania. Un sistema barato para los alumnos y por tanto igualitario; austero porque el Estado no invierte más del 0,8% del PIB; pero que no potencia la productividad.

'No hay sistema austero, igualitario y productivo', dice el profesor Ansell

Con ese modelo activo, España ha alcanzado un nivel de graduados universitarios de los más altos de Europa (un 39% entre 25 y 45 años). Pero no todos esos profesionales han sobrevivido al colapso financiero. El resultado ha sido la sobrecualificación (un 31% de los españoles tenía en 2008 un empleo de menor cualificación a la suya) y un millón de universitarios están en paro. Los fondos públicos se han secado y los rectores miran a las tasas como única alternativa para sostener el sistema.

'Es el momento de debatir si sería necesario subir de 1.000 euros anuales a 2.000 el precio de la matrícula para las clases medias y altas para elevar así un 20% las becas', planteó el rector de la Universitat Pompeu Fabra, Josep Joan Moreso, en un debate reciente de la Fundación La Caixa sobre el futuro de la universidad. En el mismo foro, el rector de la Universidad Carlos III de Madrid, Daniel Peña, se negó en rotundo a elevar el precio de la primera matrícula. 'Las tasas están bien como están. No copiemos a Gran Bretaña', advirtió Peña.

España tiene un nivel de graduados de los más altos de Europa

Pero la recesión económica ha hecho que algunas autonomías ya hayan planteado abiertamente que la universidad pública va a sufrir también el tijeretazo. El Govern catalán anunció a finales de noviembre que subía las tasas dentro de su plan de austeridad y la Junta de Castilla-La Mancha se sumó días después anunciando que recortaba en 50 millones el presupuesto del campus manchego.

'El modelo de CiU en Catalunya de subir tasas consiste en devaluar los estudios de grado para desplazar la calidad de la educación superior a los másteres donde ellos tienen negocios privados', denuncia Xavi Domenech, de la Plataforma Unitaria en Defensa de la Universidad Pública.

Para que las universidades puedan elevar los precios de las matrículas necesitan un cambio normativo que, de momento, sólo es una recomendación. El Documento de mejora y seguimiento de las políticas de financiación de las universidades para promover la excelencia académica e incrementar el impacto socioeconómico del sistema universitario español, consensuado por el Ministerio, comunidades y rectores en abril de 2010, marca el camino a partir de 2015 para elevar las tasas a los repetidores, pero no habla de niveles de renta.

'Habrá que duplicar las tasas a las rentas altas', pide el rector de la Pompeu Fabra

'Antes de acudir a las familias, que ya aportan más que la media de la UE, elevaría la inversión pública. Pero si no hay más remedio y siempre diciendo que no es lo deseable, elevaría el precio de las enseñanzas de segundo ciclo mediante sistemas de créditos blandos y subiría al 50% del coste real la segunda matrícula y el 100% la tercera', resume el director de la cátedra Unesco de Gestión universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid, Francisco Michavila, coincidiendo con el citado documento.

'Este plan mejora el problema con los estudiantes de larga duración, pero penaliza a los alumnos de capas más bajas. Además, estos alumnos se pueden ver obligados a superar el esfuerzo económico con un trabajo y verse perjudicados para el estudio fuera de clase', advierte Ansell.

'Lo lamentable es que en los dos últimos años ha aumentado cerca de un 10% por curso el número de estudiantes. Si ello puede interpretarse como que ir a la universidad para algunos es un refugio ante la crisis, mal vamos si también se ve amenazada esta estrategia para superar las dificultades', advierte Michavila.

Para aplicar porcentajes de pago a los repetidores o a los ricos referidos al valor real de las enseñanzas, las universidades tendrán que calcular cuál es el coste medio de las carreras. Diversos estudios calculan que ese precio podría rondar entre los 6.000 y los 9.000 euros. Es decir, un alumno que repita todo el curso por segunda vez pagaría casi un 500% más de lo que paga con el modelo actual.

Ben Ansell interpreta el error de la política seguida por el Gobierno inglés, que ha elevado el precio de las matrículas por encima de las 3.000 libras sin explicar que se estaba potenciando el sistema de becas para paliar las desigualdades generadas por el encarecimiento de los estudios. 'Una lección del caso británico es la importancia de acompañar el pago de las matrículas con bursaries (becas de mantenimiento) a los estudiantes con menos recursos', recomienda Ansell.

'Tasas y becas no son hilos comunicantes', destaca la exportavoz socialista de política universitaria Montserrat Palma. 'La captación de recursos es una cuestión de redistribución fiscal. Con estas tasas el Gobierno ha elevado del 16% al 20% el porcentaje de alumnos con beca, cuando la media de la UE es del 40%. El PP congeló, en bonanza económica, los umbrales de renta para acceder a una beca. Luego, si se quiere dar dinero a becas se da, pero no se puede vincular a subir las tasas', concluye Palma.

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