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Garzón ensaya su víacrucis judicial esta semana

La Sala del 61 decide si acepta las recusaciones presentadas por el juez por el 'caso Gürtel' y se retoma la tercera de sus causas, la de los cobros

ÁNGELES VÁZQUEZ

Baltasar Garzón va a poder ensayar esta semana el víacrucis judicial que le espera en enero, cuando en un intervalo de siete días será juzgado por haber ordenado la intervención de las comunicaciones de los imputados que estaban presos en el caso Gürtel y por haberse declarado competente para investigar los crímenes del franquismo.

El Supremo ha fijado una amplia agenda judicial relacionada con el juez esta semana. La Sala del 61, presidida por Carlos Dívar, se reunirá hoy para comenzar a estudiar la recusación de seis de los siete magistrados previstos en un principio para juzgar a Garzón por las escuchas de la Gürtel.

Del futuro que le aguarde a esta iniciativa, dependerá la composición del primer juicio al que será sometido en enero. El día 17 está previsto que se siente en el banquillo, por prevaricación y un delito contra las garantías constitucionales, por haber ordenado la intervención de las comunicaciones que mantuvieran los imputados presos por la trama corrupta que él comenzó a investigar, incluso, si se producían con sus abogados.

La Sala Especial dio la razón a Garzón ante una situación similar. El 20 de junio estimó la recusación que el magistrado presentó contra los cinco jueces que habían formado la Sala de Admisión de la querella del autodenominado sindicato de funcionarios Manos Limpias de tendencia ultraderechista que dio origen al procedimiento de los crímenes del franquismo, cuyo juicio comenzará el 24 de enero. El tribunal entendió que los jueces se habían contaminado al rechazar los recursos interpuestos por la defensa durante la instrucción.

En esa ocasión, Garzón contó con el apoyo de la Fiscalía, que también defiende ahora que Juan Saavedra, Perfecto Andrés Ibáñez, Julián Sánchez Melgar, José Manuel Maza y José Ramón Soriano sean apartados del caso de las escuchas por el mismo motivo. En cambio, el Ministerio Público se opone a que Manuel Marchena quede excluido del tribunal, pese a ser todavía instructor de la tercera causa abierta contra el juez, la de los cobros de Nueva York.

Precisamente, Marchena reactivó la causa y citó para mañana a los guardias civiles que examinaron las cuentas de Garzón durante su estancia en Nueva York entre 2005 y 2006, y a la asistente del juez Mar Bernabé, que declarará como testigo.

El miércoles volverá a interrogar a Garzón. Cuando declaró por primera vez en la causa, el patrocinio de los cursos estaba limitado al Banco Santander, según la querella presentada por los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea. Durante la instrucción, han testificado los responsables de las principales empresas del país por el patrocinio de los cursos.

El instructor se ha mostrado inamovible con las fechas. La defensa de Garzón solicitó un aplazamiento, al coincidir con un juicio en la Audiencia. Marchena sólo accedió a aplazarlas de la mañana a la tarde.

De ahí que fuentes jurídicas apunten a que una vez realizadas estas diligencias, el magistrado no tardará en dictar el auto de transformación que pondrá fin a la instrucción, lo que quitaría cualquier argumento a Garzón para impugnar su presencia en el juicio.

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