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La oposición exige a Fabra que cese a Camps de todos sus cargos

El expresident se sienta hoy en el banquillo acusado de cohecho en el 'caso de los trajes'

JUAN E. TUR

Francisco Camps no ha asistido a una sola sesión de Les Corts desde que acudiera el 26 de julio a votar a su sucesor, Alberto Fabra. Desde entonces, su única actividad política se ha limitado a su asistencia como miembro nato del Consell Jurídic Consultiu (CJC) de la Generalitat el pasado 16 de septiembre.

Al margen de estos dos actos, ninguna prueba más existe de que haya ejercido las funciones de los cargos que ostenta en los últimos meses. Una discreción que no ha servido para que los grupos de la oposición al PP en Les Corts dejaran, en la víspera del inicio de su juicio por el caso de los trajes, de reclamar que renuncie a ellos, o bien que Fabra le obligue a abandonarlos.

El exdirigente conservador no acude a Les Corts desde el pasado julio

El portavoz del PSPV, Jorge Alarte, se mostró ayer partidario de esta segunda opción al reclamar a Fabra 'que obligue a Camps' a que dimita como diputado, y a que, en caso de obtener un no por respuesta, 'le envíe al Grupo Mixto'. El líder socialista responsabilizó de la actual situación a Fabra, que es quien, 'para vergüenza suya y descrédito de nuestra democracia, ha decidido que continúe siendo diputado y forme parte del CJC'.

Como recordó Alarte, el Grupo Popular en Les Corts votó el 30 de noviembre en contra de la propuesta lanzada por Compromís y respaldada por toda la oposición de modificar el estatuto de los expresidents para que estos sean automáticamente despojados de las prerrogativas que este estatuto les concede (ser miembros natos del CJC y disponer de despacho, asesores y coche oficial) cuando sobre ellos recaiga una sentencia firme por corrupción.

'No se puede premiar a quien ha delinquido', apuntó Enric Morera, portavoz de Compromís, formación para la que Camps es ya 'un cadáver político', y que anuncia que volverá a reclamar que se retiren las prebendas a Camps si es condenado.

Por su parte Marga Sanz, síndica de Esquerra Unida, apeló al propio acusado, pidiéndole que renunciara a sus cargos 'por el bien de las instituciones democráticas valencianas'. Sanz calificó la situación del expresident de 'inédita' y 'lamentable', aunque derivó toda la responsabilidad a un PP 'que ha aguantado durante dos años y medio una situación política que ha paralizado al Consell para actuar contra la crisis'.

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