'¿Va a conseguir que nos olvidemos pronto de José Bono?'. Fue una de las primeras preguntas a las que Jesús Posada (Soria, 1945) se enfrentó ayer minutos después de que Rajoy le propusiera como presidente del Congreso. A la pregunta llegó un silencio, una sonrisa y un 'yo no estoy aquí para que se olvide a nadie, sino para ser el presidente de todos los diputados. No soy iconoclasta'.

Según cuentan los que le conocen, las anteriores palabras representan la esencia de Posada. Una persona 'amable, moderada y que huye de las estridencias'. El perfil que Rajoy quiere para una legislatura que se prevé complicada y también el perfil que el jefe de los conservadores ha buscado en la mayor parte de los nombramientos que ha realizado desde que fue reelegido presidente del Partido Popular en el XVI Congreso Nacional de 2008.

Amigo personal de Rajoy, Posada fue también un hombre clave dentro de los gobiernos de José María Aznar. En ellos ocupó, primero, las carteras de Agricultura, Pesca y Alimentación y, después, Administraciones Públicas. Años antes, entre 1989 y 1991, fue presidente de Castilla y León cuando Aznar dio el salto a la política nacional.

Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y licenciado en Económicas, Posada, que se enteró el domingo por la noche de que se sentará en la silla que deja vacante José Bono, no ha hablado todavía con su jefe con el que comparte la afición por los puros sobre los detalles de su nuevo destino. Su nombre no sonaba con fuerza en las quinielas.