El veto a Amaiur dictado por la mayoría absoluta del PP en la Mesa del Congreso, con la abstención de PSOE y CiU, dividió el discurso socialista hasta desdoblarlo entre la crítica sin rodeos a la decisión y una aparente asepsia que prima los criterios jurídicos sobre los de oportunidad o conveniencia política.

El lehendakari vasco consideró una “torpeza política” el rechazo de la Cámara a la petición de la coalición abertzale de contar con grupo parlamentario propio. El arrinconamiento de Amaiur en el Grupo Mixto tras una inédita interpretación inflexible del reglamento del Congreso, contribuye, según aseguró, a alimentar el “victimismo” de esta opción política.

“Parte importante de la sociedad vasca [la coalición logró 330.000 votos en Euskadi y Navarra] ha decidido que su representación esté en Amaiur”, prologó Patxi López para pedir “inteligencia” ante esta fuerza. “No se puede estar permanentemente agrediendo a esta realidad, pidiendo su ilegalización o no permitiéndoles tener grupo propio cuando el reglamento de la Cámara lo permite”, concluyó el lehendakari, al cuestionar el portazo del Congreso a Amaiur.

Contando con holgura con los requisitos exigidos por la ley –salvo los decisivos 0,14 puntos porcentuales de voto en Navarra–, los siete diputados de la marca abertzale engrosarán, en principio, un abultado Grupo Mixto.

La decisión del Grupo Socialista de abstenerse en la votación de la Mesa que vetó a Amaiur fue defendida por Alfredo Pérez Rubalcaba y consensuada en la tarde del jueves con el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero es una postura que no cuenta con un respaldo unánime en el partido. Destacados dirigentes socialistas han ido refrenando en público en las últimas dos semanas el apoyo a la concesión de grupo propio a Amaiur que reconocían sin ambages en privado, mutando finalmente este respaldo con sordina en una abstención.

Odón Elorza, exalcalde de San Sebastián y diputado socialista por Gipuzkoa, aseguró no entender esta postura de sus compañeros de grupo. “No se puede dejar hacer al PP”, criticó. Privar a Amaiur de grupo parlamentario “es una decisión arbitraria, no fundamentada en informe jurídico de la Cámara y que obedece a un apriorismo político sin razón democrática”, alegó.

El Grupo Socialista en el Congreso solicita una aclaración jurídica 

Pero las críticas a la sentencia del Congreso no afloraron únicamente en la órbita de los socialistas vascos. El número dos del PSOE, José Blanco, se mostró igualmente favorable al derecho de Amaiur al beneficio de un grupo parlamentario.

“Me hubiera gustado que la interpretación de ley hubiera sido clara. No podemos estar permanentemente diciendo que hay que incorporar a la izquierda abertzale al juego democrático, que tienen que renunciar a la violencia, y luego poner trabas en ese camino”, explicó en la Ser.

El pasado jueves, los socialistas basaron su abstención en la falta de fuerza jurídica del informe elaborado por los letrados del Congreso a requerimiento de la Mesa. Su contenido fue sometido a una nueva relectura crítica. “De acuerdo con algunos de los apartados de la nota y en atención a los precedentes, incluso se podría decir sí a la constitución del grupo de Amaiur”, admitió en RNE el vicepresidente segundo de la Cámara, Javier Barrero, socialista y miembro de la Mesa.

Eduardo Madina, secretario general del Grupo Socialista, afirmó que este análisis jurídico, estructurado en ocho puntos y que llegó a la Mesa en su primera versión sin firma ni membrete, estaba “vacío de contenido y sin una interpretación exacta de lo que el reglamento dice para las condiciones que Amaiur tiene en el Congreso”.

“A la espera de un informe más claro, la posición del Grupo Parlamentario Socialista es la de no pronunciarse ni a favor ni en contra”, guardó distancias el número tres del Grupo Socialista. “Hasta ahora, los letrados no han sido suficientemente claros. Lo único que pide el PSOE es que lo sean”, reiteró Madina.

Patxi López pide 'inteligencia' e invoca el apoyo social a Amaiur 

Al margen de esta división de criterios, otras formaciones también criticaron la “interpretación restrictiva de un informe supuestamente jurídico”, como calificó al fallo el portavoz adjunto de Izquierda Unida en el Congreso, José Luis Centella. A su juicio, el informe es una “coartada para tomar una decisión de marcado carácter político”.

“Hacía falta un gesto de voluntad política expresado por parte de quien tiene la mayoría de la Mesa del Congreso [el PP]. Pero no se ha producido y creo que el error radica ahí”, lamentó el portavoz parlamentario del PNV, Josu Erkoreka.

El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en la Cámara, Alfred Bosch, consideró el acuerdo adoptado por el Congreso “una decisión del nacionalismo español que utiliza una doble vara de medir”. “Es un muy mal punto de inicio de la legislatura”, resolvió desde el Bloque Nacionalista Galego (BNG), Francisco Jorquera.