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Otros dos vendedores confirman que la trama 'Gürtel' pagó trajes a Camps

Los testigos desmontan la teoría de la 'conspiración' del expresident

B. TOLEDO / S. TARÍN

La trama Gürtel pagó miles de euros en trajes que eran confeccionados para Francisco Camps en dos tiendas madrileñas, Milano y Forever Young. Esta afirmación fue sostenida hoy por dos encargados de esos establecimientos. Los dos reconocieron, entre otra documentación, un listado de prendas de ropa en el que figuran trajes para el expresident valenciano, y cuyo importe fue saldado por empresas de la red. En el mismo documento había también ropa para dirigentes de la trama y otros altos cargos vinculados al PP valenciano. Entre ellos están Rafael Betoret y Víctor Campos, que ya se han declarado culpables de soborno por estos hechos.

El reconocimiento de que la Gürtel pagó ropa de Camps, que dimitió el pasado julio, es un dato básico para sostener su culpabilidad. El exjefe del Consell está siendo juzgado por un delito de cohecho desde el día 12. Comparte banquillo con Ricardo Costa, que fue su mano derecha en el PP valenciano. Según el sumario, en las dos tiendas se confeccionó ropa para ambos políticos que quedaba apuntada en una cuenta a nombre de Álvaro Pérez, el dirigente de la trama en Valencia, y Pablo Crespo, el número dos de la red. Cada cierto tiempo, empresas de estos dirigentes hacían una transferencia o enviaban un talón a los establecimientos textiles con los que se pagaba el precio de los trajes de Camps, entre otros. En el mismo periodo de tiempo los empresarios autores de las presuntas dádivas recibieron adjudicaciones millonarias de la Generalitat.

En la jornada de hoy declararon Javier García, que trabajó como encargado, y Antonio del Fresno, que fue subdirector de Milano y director de Forever Young. Ambos reconocieron que Álvaro Pérez tenía una cuenta en las dos tiendas. Allí se apuntaban cantidades de otras personas, 'entre ellas Camps; también Ricardo Costa', admitió Del Fresno. Estas prendas eran pagadas por la trama, confirmaron ambos. En concreto, García explicó que en una ocasión él mismo saldó las deudas mediante una transferencia de la trama.

En algunos listados de deuda, las prendas de Camps, Costa o Pérez quedaban englobadas bajo la denominación 'Comunidad Valenciana'. Esto se debía, según explicó Del Fresno, a que las deudas se alargaban en el tiempo y 'para mayor operatividad' los empleados se referían a los encargos de políticos y empresarios con un solo nombre que hacía alusión a la procedencia geográfica de Pérez, Camps y Costa, entre otros altos cargos del PP que también eran presuntamente agasajados. 'Entre nosotros claro que entendíamos que era todo una misma cuenta, la valenciana. Y después se liquida una misma cuenta', explicó Del Fresno.

El exdirector de Forever Young dio, además, otro dato que dio idea de hasta qué punto los trabajadores conocían los gustos del expresident en materia textil. Afirmó que solicitaba un 'ceñidor central' (una especie de faja) para sus trajes. 'El único cliente en mi vida que me lo ha pedido; una peculiaridad de Camps'.

La defensa trata de desacreditar el proceso a partir de las facturas

A lo largo de los largos interrogatorios a los que fueron sometidos tres horas cada uno los dos testigos hicieron afirmaciones que desmontan las sospechas que el abogado del expresident, Javier Boix, ha ido sembrando sobre el proceso. Boix ha insistido durante el juicio en sugerir la existencia de un complot para implicar a Camps en la trama. Para ello, ha destacado la existencia de facturas falsas, y en llamar la atención sobre que fue José Tomás el director comercial de ambos establecimientos y testigo clave del caso el que ordenó su confección.

Así, el letrado pretende sembrar la duda sobre todos los documentos incriminatorios, y que esta idea cale en el jurado popular que se encargará de emitir veredicto. Boix ha acompañado esta tesis central con continuos comentarios que tratan de desacreditar las pruebas. No las llama 'documentos' sino 'papeles', afirma que no le parece 'increíble nada en este procedimiento' o comenta que 'aquí pasa de todo'.

Sin embargo, los dos testigos de hoy contradijeron esta tesis. Explicaron que, efectivamente, hubo facturas alteradas. Pero detallaron que el papel de Tomás se limitaba a pedirles que las elaboraran. Quienes les daban las indicaciones precisas de qué habían de poner en las facturas eran dirigentes de la trama a través de llamadas o correos electrónicos.

Estas instrucciones consistían en cambiar los conceptos. Donde había de poner 'trajes' terminaba figurando 'telas', un artículo que en la tienda no se vendía. Además, los empresarios presuntamente corruptos pidieron a Del Fresno que fracturara un pago de más de 30.000 euros en dos facturas distintas.

Los testigos y la Policía atribuyen a la trama los cambios en las anotaciones

Esta petición corrobora lo afirmado el lunes por un agente de la Policía Nacional que investigó la contabilidad de la trama y que también compareció como testigo. El investigador explicó que la presunta red mafiosa modificaba facturas para ocultar sus presuntos delitos, entre los que estaba el cohecho, supuestamente cometido por hacer regalos a políticos.

Los dos vendedores que declararon hoy mantuvieron una gran diferencia en sus respectivas actitudes ante los interrogatorios. García dudaba continuamente y tenía grandes lagunas. Del Fresno, sin embargo, contestaba con rapidez y claridad de ideas. Se da la circunstancia de que el primero de ellos sigue trabajando para la empresa en la que se produjeron los hechos, dirigida por Eduardo Hinojosa. El segundo, sin embargo, fue despedido en 2008. García reconoció que Hinojosa dejó en la calle a varias personas entre ellas, Tomás después de que se conociera el escándalo. También instó a los empleados a firmar una carta en la que se acusaba a José Tomás de haber elaborado facturas falsas.

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