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Los pilotos presionan con más huelgas los días 9 y 11

El segundo paro de diciembre en Iberia acabó sin causar grandes problemas

S.R. ARENES / D. AYLLÓN

La amenaza de nuevos paros pululaba desde hacía una semana y ayer por la tarde, cuando el sindicato de los pilotos de Iberia, el Sepla, vio que su segunda jornada de huelga era aún más descafeinada que la del domingo 18, decidió convocar otros dos días más en enero. Las fechas elegidas son el 9 y el 11 y, con ellas, el Sepla busca presionar a la compañía en la negociación del convenio colectivo que dura ya dos años y ahora se ha enquistado.En la línea seguida hasta ahora, el sindicato tampoco ha querido provocar un caos en los aeropuertos en días de gran movimiento de viajeros como el fin de semana del 7 y el 8, final de vacaciones para muchos. No desean que la opinión pública se les eche encima, como les pasó a los controladores el año pasado tras provocar el cierre del espacio aéreo con su boicot. No creen que les beneficie en la negociación.

No ocurrirá así, en cualquier caso, por el paro de ayer, que pasó casi de puntillas por los aeropuertos. Los 10.000 afectados, según la compañía, ya habían sido reubicados o habían pedido el reembolso del billete. A las seis de la tarde, había salido más del 50% de los 211 vuelos programados por Iberia, que tuvo que cancelar 118 por la huelga, el 36% del lo previsto. En el aeropuerto de Barajas -epicentro del caos en anteriores protestas- algunos de los mostradores de atención al cliente de Iberia tuvieron el cierre echado toda la mañana, ante la falta de reclamaciones.

Las escasas quejas que se recibieron fueron de viajeros que hacían escala en Madrid y habían perdido su conexión. Es el caso de Victoria González, brasileña de 16 años que el lunes comenzará sus clases en Lisboa. 'Mi vuelo de São Paulo se retrasó 30 minutos y perdí la conexión. La compañía apenas tiene vuelos para recolocarme y llegaré de noche a Lisboa', explicaba junto al mostrador, lamentando perderse la jornada de presentación del instituto, que era por la tarde.La familia del ecuatoriano David Jiménez arrastraba tres carros llenos de bultos por la T-4 cuando le comunicaron que su vuelo estaba cancelado. 'Llamamos la semana pasada y nos dijeron que no había problema', se quejaba el hombre, que salió de Alcoi (Alicante) en coche de madrugada con cuatro familiares. Aunque llegarán a Ecuador con un día de retraso, no fruncían el ceño, porque lo harán con 600 euros de indemnización por cabeza.

La negociaciónEn cuando a los nuevos paros, en Iberia no provocaron demasiada sorpresa. Entra dentro del tira y afloja del conflicto desde que la aerolínea anunció en octubre que lanzará en marzo una filial de vuelos baratos, Iberia Express. El Sepla se opone porque asegura que destruirá 400 puestos de pilotos y 5.000 empleos en la empresa matriz. Iberia lamentó 'profundamente' los nuevos paros 'y el daño que se ocasiona a los clientes'. A pesar de las huelgas, la empresa no renunciará a crear la filial porque, si cede, 'perdería mucho más', señalan fuentes de la aerolínea. Además, aseguran haber ofrecido al Sepla en todo momento una cláusula para garantizar que se mantendrá el empleo en Iberia, a pesar del lanzamiento de Iberia Express.

Por su parte, el Sepla rechaza que esa cláusula sea suficiente y califica de 'ilegal' la creación de la filial porque el convenio colectivo obliga a la empresa a obtener el acuerdo del Sepla para hacer vuelos fuera de la matriz. El jefe de la sección sindical, Justo Peral, lleva semanas perfilando su propuesta de mediadores, algo que la empresa hizo hace más de un mes. Tras anunciar los nuevos paros, el Sepla comunicó que Iberia le ha convocado hoy a las 11 a una reunión, que estaba prevista para la próxima semana.

 

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