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Un crimen amenaza con abrir un conflicto racial en Barcelona

Un senegalés murió el martes pasado a tiros, presuntamente a manos de un hombre de etnia gitana

BRAIS BENÍTEZ

La muerte a tiros el martes por la noche de un joven senegalés en el barrio barcelonés del Besòs, presuntamente a manos de un joven de etnia gitana, ha atizado el peligro de la confrontación racial que tanto las diferentes asociaciones como la Administración intentan evitar a toda costa. La tensión que se desató el martes entre la comunidad senegalesa, pocas horas después del crimen, acabó con los agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra interviniendo para apaciguar el intento de revuelta que dejó contenedores volcados y los cristales de varios coches destrozados.

Durante la mañana de ayer, decenas de compatriotas de la víctima, Ibrahima Dieye, de 32 años, se reunieron frente al número 6 de la calle Palermo, donde tuvo lugar el crimen. En un ambiente más calmado que el vivido la noche anterior, los ánimos de los concentrados oscilaban por momentos entre la tristeza y el abatimiento y la ira y la indignación. 'Si no hay justicia, habrá venganza, eso seguro', clamaba enfurecido un joven subsahariano. Otro intentaba apaciguar los ánimos: 'Nosotros no queremos ir a matar a nadie, queremos estar tranquilos'.

Las asociaciones piden que el crimen no se use para provocar

Pero lo cierto es que la idea del móvil racista se extendía como la pólvora entre los jóvenes. La mayoría estaban convencidos de que la muerte de su compatriota no era más que la consecuencia del 'auge del racismo en los países europeos' y ponían como ejemplo el asesinato de dos senegaleses en la céntrica plaza Dalmazia de Florencia, a mediados del pasado diciembre.

'Lo que ha pasado en Italia, ahora aquí. Ya basta, ya basta', repetía Mactar Diop. Otros de los concentrados no quisieron dejarse llevar por la ira y recordaron a Ibrahima como 'un buen chico, que nunca se había metido con nadie'. Los compañeros de la víctima repartieron carteles con su foto y una leyenda, 'Justicia', bajo la estrecha vigilancia de policías uniformados y de paisano que desde el martes han mantenido su presencia en la zona.

La Policía detiene a un hombre y a sus tres hijos, con más de 60 antecedentes

El riesgo de que este profundo malestar desembocara en una venganza colectiva contra la comunidad gitana que reside en el barrio llevó a las asociaciones gitanas y senegalesas a intervenir con celeridad. El vicepresidente de la Asociación de Senegaleses de Catalunya, Mbaye Gaye, calificó el crimen de 'hecho puntual' y aseguró no tener indicio alguno de que el asesinato tuviera un origen racista. 'Estamos intentando mediar con los más jóvenes, que tienen la sangre más caliente, para que no haya más lío', aseguró Gaye.

También la Federación de Asociaciones Gitanas de Catalunya (Fagic) mostró públicamente su solidaridad y pésame con la familia y amigos del joven senegalés muerto y pidió que el crimen no sea utilizado 'como una vía de posibles enfrentamientos'. Las dos asociaciones anunciaron una rueda de prensa conjunta que llevarán a cabo hoy con el objetivo de acabar con la tensión latente en el barrio.

El Departamento de Interior descartó también el móvil racista. El conseller, Felip Puig, aseguró que el asesinato fue un 'accidente individual' y se mostró convencido de que no comportará un conflicto colectivo. La hipótesis sobre la que trabaja la Policía es que el crimen se produjo después de que un joven de etnia gitana increpase a unos subsaharianos que jugaban al fútbol. La versión de los testigos apunta a que el joven volvió tras la discusión con su padre y un hermano y habrían disparado a la víctima.

Los Mossos d'Esquadra ya han detenido al padre y a tres de los hijos por la muerte del senegalés. La Policía informó de que los arrestados suman más de 60 antecedentes policiales por robo con intimidación, lesiones, amenazas y delitos contra la salud pública.

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