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La prensa internacional, perpleja por el juicio a Garzón

Los grandes medios de referencia expresan dudas sobre el sistema judicial español

PERE RUSIÑOL

El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, se reunió el martes con ejecutivos de grandes empresas españolas con el objetivo de promocionar juntos la marca España. Y ello pese a que el mismo día la marca España ya ocupaba, sin necesidad de ninguna campaña, el prime time de los informativos de medio mundo y enormes titulares en los periódicos y revistas internacionales de referencia.

Este éxito inmediato de la conjura para difundir la marca España en el mundo no llegó sin embargo acompañado de la connotación buscada. Al contrario: de repente, España aparece como un país con un sistema judicial en entredicho que ha iniciado lo que muchos medios de referencia presentan como una posible 'caza de brujas' contra Baltasar Garzón, su juez más conocido, por haberse atrevido a investigar los crímenes del franquismo.

El International Herald Tribune (la edición global de The New York Times) llevaba ayer la fotografía del magistrado en su portada; la británica BBC conectaba desde las puertas del Tribunal Supremo con una plaza repleta de familiares de víctimas pisoteadas por el fascismo, el parisino Le Monde describía un sistema cómplice de un minúsculo grupo ultraderechista...

Todos los grandes medios internacionales de referencia también The Economist, The Guardian, The Wall Street Journal, The Washington Post, Der Spiegel están subrayando en sus crónicas, sin distinciones ideológicas, la paradoja de que el juez que abrió camino en el derecho internacional con la causa contra Augusto Pinochet se siente ahora en el banquillo precisamente por intentar aplicar esta misma doctrina en España. Y la mayoría presenta la trilogía de causas simultáneas abiertas por prevaricación contra el juez en el Supremo como si de un único sumario global se tratara, instruida con criterios ajenos al derecho.

La presencia en España de observadores de máximo nivel de las dos grandes organizaciones internacionales de derechos humanos, como Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional, con posiciones extremadamente críticas con el juicio, ha dado alas al relato compartido de acoso a Garzón por 'atreverse a romper el tabú' de investigar el franquismo, expresión utilizada, por ejemplo, por los cables de France Presse y el semanario alemán de referencia, Der Spiegel.

Ambas organizaciones de derechos humanos gozan del máximo crédito en la prensa internacional, que ha reproducido extensamente sus durísimas declaraciones, como las recogidas por el británico The Guardian: 'El caso es simplemente escandaloso e inaceptable y afecta a la independencia del sistema judicial en España', según Amnistía. 'Es la primera vez que una democracia procesa a un juez por investigar abusos en los derechos humanos y por aplicar la ley internacional', subraya HRW en el rotativo británico y, con palabras muy similares, en la mayoría de medios internacionales de referencia.

En cambio, la prensa de centro-derecha en España, que acostumbra a dar gran difusión a las críticas de Amnistía Internacional y de HRW cuando se dirigen a países como Cuba y Venezuela, han pasado esta vez de puntillas sobre advertencias tan duras.

Varias de las crónicas internacionales plantean el conflicto como un pulso entre Garzón y Miguel Bernad, el ultraderechista que, según se recalca, ha contado con la ayuda del Supremo por las sugerencias que le brindó el instructor de la causa, Luciano Varela. Le Monde incluso arrancó su crónica en el despacho del jefe de Manos Limpias, de quien recuerda su candidatura electoral ultra en las europeas de 1989 y su reciente condecoración por parte de la Fundación Francisco Franco: 'En su oficina de la calle Ferraz, a dos pasos de la sede del PSOE que tanto aborrece, Miguel Bernad saborea su victoria'.

Ningún gran medio internacional ha editorializado sobre los procesos contra Garzón, pero la gran mayoría de crónicas y reportajes han mostrado su escepticismo con el argumentario oficial de las causas por prevaricación y han apuntado otras explicaciones.

'Para muchos en España, los juicios equivalen a una caza de brujas destinada a castigar a Garzón por su estatus de estrella judicial tras acusar al ex dictador chileno Augusto Pinochet', ha publicado The Washington Post con información de Associated Press.

Der Spiegel explica el juicio porque Garzón 'rompió un tabú y el pacto de silencio de los partidos sobre la guerra civil y la dictadura', pero sitúa el origen de la 'caza de brujas' en el sumario Gürtel, cuando 'aportó luz sobre las acitividades de financiación ilegal relacionadas con el Partido Popular'.

Lo que está en juego, según el reputado semanario, va incluso más allá: 'Nadie ha sido aún condenado por el caso Gürtel, uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia de la democracia española. El caso contra Garzón, el juez estrella, puede ser una advertencia a sus colegas: no luches contra los poderosos'.

La conclusión del periodista de The Economist no es tan distinta. También advierte de las consecuencias para el sistema judicial en su conjunto: 'Los sumarios generan dudas sobre el sistema judicial español. Si Garzón es un prevaricador múltiple, ¿por qué no le pararon hace mucho tiempo? Y si no, ¿significa [el juicio] que los jueces que muestren apenas un destello de independencia es probable que sean procesados?'.

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