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El PP veta a ocho partidos en la Comisión de Secretos

Los conservadores impiden al portavoz de ERC que represente al Grupo Mixto porque le consideran 'contaminado' por Amaiur

MIGUEL ÁNGEL MARFULL

'Si alguien tiene pruebas de mi falta de honorabilidad, que las presente. Hoy se ha producido un golpe contra el funcionamiento democrático parlamentario. (...) Vaya numerito para conmemorar el 23-F', sentenció el portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, al constatarse el veto del PP a su presencia en la Comisión de Secretos Oficiales de la Cámara.

Los conservadores dejaron así sin voz en este órgano al Grupo Mixto, rompiendo el uso instituido por la costumbre, según el cual un portavoz de cada grupo integra este restringido grupo, que trabaja a puerta cerrada al entender de materias relacionadas con la seguridad del Estado.

Bosch era el nombre elegido por los ocho partidos que componen el Mixto (Amaiur, ERC, BNG, CC, Compromís, Geroa Bai, FAC y UPN) para sortear los recelos del PP contra la presencia de la marca abertzale en el órgano que intercambia secretos con el CNI. El PSOE compartía este reparo, no así la animadversión de los conservadores hacia el portavoz republicano, al que el PP considera contaminado por la marca vasca.

'Vaya numerito para conmemorar el 23-F', denuncia Alfred Bosch

Dado que era necesario el voto de las tres quintas partes del Congreso para elegir los componentes de la Comisión y gracias a su mayoría absoluta, el PP tenía la última palabra, que cayó afilada sobre el Grupo Mixto decapitándolo en este órgano.

Así, el hipertrofiado Mixto, agigantado artificialmente después de que el Congreso negara a Amaiur su derecho a trabajar en solitario, no tendrá voz. El cerrojazo a la marca abertzale y a ERC silencia también, de forma colateral, al resto de formaciones.

'Es inasumible que se pretenda justificar que algún diputado y que alguna idea política no son ni sensibles ni democráticas', salió en vano en su defensa Joan Josep Nuet, de IU-ICV-CHA, renegando de la 'situación inaudita' que provoca el veto conservador.

El portazo a ERC degeneró en una trifulca en la que, a la irritación política y personal del Mixto, se unió la airada respuesta del PP para coronar la bronca. 'Señor Bosch, después de escucharle, lo único que ha hecho ha sido incrementar la convicción de los diputados de este grupo, y creo que de algunos otros, de que usted no es la persona idónea', remató el secretario general del Grupo Popular, Rafael Hernando, en una réplica con aires de provocación, según el partido republicano.

Las formaciones del Grupo Mixto tildan al PP de 'prepotente'

El presidente del Congreso negó la palabra al portavoz de Amaiur, Xabier Mikel Errekondo, que intentó sin éxito tomarla por alusiones, con los brazos en jarras y desde su escaño. Celebrada la votación, consumado el bloqueo a ERC y el consiguiente silenciamiento del Mixto, su portavoz adjunto, Francisco Jorquera, propuso una solución alternativa: una nueva votación con el republicano Joan Tardà como candidato en sustitución de Bosch.

Pero fue aplazada: 'Hoy, en este momento, no cambiaría el resultado', justificó Jesús Posada. 'En el futuro, volveremos a tratar el tema para conseguir que haya siete miembros de la Comisión, como es deseo de todos, pero en este momento no procede', concluyó el presidente de la Cámara.

Concluida la votación, no su revuelo, Jorquera confirmó fuera del hemiciclo que el Grupo Mixto volverá a proponer a Tardà cuantas veces sean necesarias y 'no aceptará chantajes' del PP, al que tachó de 'prepotente' acusándole de pretender imponer al representante de su grupo, sabedor de que el candidato apetecido por los conservadores es Carlos Salvador, de UPN, con quien mantienen mayor sintonía ideológica y política.

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