El bicentenario de la Constitución promulgada en Cádiz en 1812 ha servido al presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, para intentar respaldar las duras medidas de austeridad del Gobierno, que han llevado a los sindicatos a convocar una huelga general. 'En tiempo de crisis no hay que tener miedo a las reformas. Hay que tener la decisión y la valentía de hacerlas', ha dicho durante su discurso en el homenaje a los diputados que redactaron la carta magna, celebrado en el Oratorio San Felipe Neri (Cádiz).

El texto promulgado por las Cortes Generales que hacían frente a la ocupación de las tropas de José Bonaparte, portadoras de los postulados de la Revolución Francesa, le ha valido de ejemplo a Rajoy para apelar al término 'liberal', un concepto que entonces definió el texto constitucional conocido como 'La Pepa' y que, a juicio del presidente del Gobierno, supone 'el mejor fundamento de la democracia, la tolerancia y la pluralidad'.

'El espíritu inmovilista se alzó frente al inmovilismo y la resignación en estas tierras andaluzas', ha subrayado después de afirmar que hoy hay que tomar como ejemplo la 'admirable serenidad' y la 'altura de miras' de los diputados doceañistas para lograr 'el bienestar de los ciudadanos'.

Para Rajoy, el bicentenario debe servir para 'actualizar virtudes como el patriotismo'. Sentimiento, ha dicho, que hay que asumir 'sin complejo alguno' y que tiene su fundamento en el 'sentido de pertenencia a la nación basado en el patriotismo liberal, la virtud cívica y la unidad nacional'.

Asimismo, ha destacado la vigencia de la monarquía constitucional, 'hoy más viva que nunca', en un momento en el que el yerno del rey, Iñaki Urdangarin, podría ser condenado por su implicación en el caso 'Palma Arena' (ver especial). La imputación del duque de Palma obligó a su suegro a salir al paso de la polémica durante su tradicional discurso de Navidad, pese a que posteriormente desmintió haberse referido a Urdangarin cuando aseveró que 'la Justicia es igual para todos'. 

Al homenaje, presidido por los reyes, han asistido unos trescientos invitados, entre ellos el Gobierno casi al completo (incluidos los presidentes del Congreso y del Senado), con una delegación de más de sesenta parlamentarios, así como los máximos representantes del poder judicial y varios presidentes autonómicos. 

Frente a ellos, el rey ha ensalzado el valor del que fue el primer texto constitucional en España, en el que, a su juicio, puede encontrarse 'la referencia y la inspiración necesaria para afrontar las serias dificultades por las que nuestro país atraviesa en la actualidad'.

La Constitución de Cádiz, que fue derogada dos años después de su promulgación con la llegada del rey Fernando VII y la imposición del régimen absolutista, establecía la soberanía en el pueblo, la monarquía constitucional, la separación de poderes y el sufragio universal masculino indirecto, entre otras normas.