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La protección animal también se topa con los recortes

El 112 de Murcia se niega a asistir a un perro de caza al que arrojó su dueño, ahora detenido, a un pozo de 30 metros de profundidad

THAÏS MUÑOZ

Un hombre ha sido detenido por arrojar a su perro a un pozo de unos treinta metros de profundidad en Los Minados de Jumilla (Murcia), una antigua área de excavación, después de que un matrimonio hallase al animal herido.

La pareja, que pasaba por esa zona, escuchó los ladridos del perro (una hembra de raza bretona dedicada a la caza y de unos 7 años) y dio aviso a la Asociación para la Protección y Defensa de Animales y Plantas (APAP) de Jumilla, que ha denunciado que el Centro de Coordinación de Emergencias (112) se negó a socorrer al perro y a solicitar la participación de los bomberos para efectuar el rescate.

En declaraciones a Público.es, el servicio de emergencias de Murcia ha explicado que el 112 no tiene la obligación legal de socorrer a animales y que, aunque en otras ocasiones sí los han asistido, cuando el pasado sábado recibieron la llamada de auxilio decidieron no atenderla por no contar con los medios suficientes: si tenían todos sus recursos ocupados y se producía otra emergencia no hubieran podido afrontarla.

'Jumilla tiene una población de 25.000 habitantes y cuenta con un cabo y dos bomberos por cada turno. Siempre puedes llamar a otros pero eso cuesta más dinero y ahora mismo eso se mira mucho', explican desde el Centro de Coordinación de Emergencias. La presidenta de la APAP de Jumilla, Irene Santos, se ofreció a pagar las tasas que se pueden abonar por el rescate de animales, pero, según justifica el servicio de emergencias, la cantidad es bastante inferior a lo que tendrían que pagar por los turnos de guardia en caso de que hubieran tenido que necesitar más efectivos. 

Sí que acudieron, sin embargo, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la localidad, que confirmaron que el perro había sido arrojado al vacío y, junto a miembros de la protectora, pidieron ayuda al Grupo 'Hinneni', una asociación jumillana que organiza actividades de espeleología, para salvar al animal, informa EFE.

El can sobrevivió seis días en el agujero sin agua ni comida, según estiman los informes veterinarios, que apuntan que cuando cayó fue resbalando por las paredes del pozo sin resultar herido. Ahora se recupera de su desnutrición en el Albergue Municipal de Animales Abandonados de Jumilla (del que se encarga la APAP) y su dueño, encontrado gracias al microchip del animal, se enfrenta a un juicio en los próximos días por presunto abandono y maltrato animal. Según la presidenta de la APAP de Jumilla, el hombre habría reconocido a fuentes del Semprona que quería deshacerse del perro porque ya no servía para la caza.

La asociación protectora, que ha aprovechado para reivindicar tanto la 'necesaria adhesión de España al Convenio Europeo de Protección de Animales Domésticos y el endurecimiento del Código Penal en casos de maltrato animal', como la homogeneización de las distintas leyes de protección de las comunidades autónomas, solicitará información al Ayuntamiento en los próximos días para reclamar el sellado de los conductos abandonados de Los Minados. Los dueños del albergue esperan ahora a que les den la custodia para ponerlo en adopción. 

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