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IU pega un salto histórico

La federación se convierte en la única llave de Gobierno en Andalucía y podrá cerrar el paso al PP de Arenas. Avanza en Asturias, pero la suma de las derechas hacen imposible una mayoría de izquierdas. Lara advierte a

JUANMA ROMERO

'De nuevo un poco más de alegría en casa de los pobres'. Cayo Lara fondeaba esta noche en el embarcadero de la modestia echando mano de una frase socorrida y que le ha acompañado en los últimos procesos electorales, los mismos que han concedido una subida sostenida a Izquierda Unida. Pero lo cierto es que el coordinador se quedaba corto. Muy corto. Porque este 25-M ha deparado, como se esperaba, una espectacular subida a la federación, desde luego, pero sobre todo le ha dado la llave del Gobierno de Andalucía, y con ella, la casi completa certeza de que José Antonio Griñán seguirá en el palacio de San Telmo de Sevilla. Primera evidencia, expresada por el propio Lara: 'El bipartidismo ha perdido en estas elecciones' y se ha logrado 'parar el ataque feroz a los derechos sociales, laborales y salariales' del Ejecutivo de Mariano Rajoy. 

Los datos, en frío, ya dicen mucho por sí mismos. Clarísimo avance de IU en las dos comunidades. Especialmente en Andalucía. Y ahí está la primera y enorme sorpresa, porque se esperaba un tirón más enérgico en el Principado, que finalmente no se materializó. En la autonomía más grande de España, la federación duplicó su número de escaños (de seis a 12), conquistó casi 120.000 votos –saltó de 317.562 sufragios a 437.445, con el 100% escrutado– y casi multiplicó por dos su peso electoral: del 7,06% de marzo de 2008 al 11,34% de este 25-M. Además, IU consigue colocar parlamentarios en las ocho provincias –hace cuatro años tenía calvas en Almería y Jaén– e incluso en cuatro de ellas sienta a dos representantes (Cádiz, Córdoba, Málaga y Sevilla). Finalmente, la peor hipótesis que se avecinaba nada más cerrar los colegios, y con los sondeos de Canal Sur en la mano, no se produjo: el coordinador regional, Diego Valderas, logró su acta por su circunscripción, Huelva, una plaza que a priori no parecía segura y que según esas primeras estimaciones podía perder. El salto equipara estos comicios con los de 1996, cuando la formación consiguió 13 representantes y un 13,97% de los votos. 

El precedente más semejante es el de 1994, cuando IU se disparó a los 20 escaños y también era clave para conceder las llaves de San Telmo. Pero en aquel momento era el PSOE quien había ganado las elecciones (y no el PP, como este 25-M). Fue aquella la legislatura de la pinza con el PP, lo que abocó a Manuel Chaves a convocar elecciones anticipadas. Las ganó con mayor holgura e IU cayó en picado. Aquella mala experiencia explica por qué ahora no es previsible que se repita esa pinza con los conservadores. 

IU pasa de 6 a 12 escaños en Andalucía y gana un acta en el Principado

En Asturias, el recuento comenzó potente, pero al final el soufflé se desinfló. IU firmó cinco escaños, 68.827 votos y un 13,78% de los sufragios (con el escrutinio al 100%). Es decir, que gana un diputado, engorda en 7.124 papeletas y deja atrás el 10,28% obtenido en mayo de 2011. Un avance, por tanto, del entorno del 35%, por el 65% de crecimiento de Andalucía. Ascenso importante, desde luego, pero insuficiente para ahormar una mayoría de izquierdas con el PSOE, puesto que en el Principado Foro Asturias y el PP se bastan para gobernar y alcanzar la mayoría absoluta de 23 diputados, sin necesidad siquiera de recurrir a la participación de UPyD. En cualquier caso, la federación recaba con Jesús Iglesias al frente su mejor porcentaje de voto desde 1995, cuando las urnas le dieron el 16,42% y seis escaños. El mismo número de parlamentarios, cinco, lo logró en 1983, en las primeras elecciones autonómicas. El peor resultado de Asturias se explica, como volvió a insistir Lara en su comparecencia ante los medios, por el sistema electoral, ya que la provincia está dividida en tres circunscripciones y en dos de ellas (Oriente y Occidente) cuesta muy caro aspirar a un acta.

Pero la expectación, sin duda, orbitaba este 25-M en Andalucía y en la posibilidad verdaderamente histórica de que IU resulte decisiva para un Gobierno liderado por el PSOE. No es la primera vez que los socialistas se quedan sin mayoría absoluta, pero sí es la primera ocasión en la que su futuro depende única y exclusivamente de IU. No hay más partidos en los que apoyarse. El Partido Andalucista sigue fuera del Parlamento. Así que las cuentas son diáfanas. 

Lara y la dirección federal dejan ver que Griñán podrá ser investido presidente

En la sede federal nadie alumbraba dudas. Daba igual a quién se preguntara. Una solución a la extremeña, en la que IU se abstenga para facilitar el paso al PP, está 'descartada'. Más ahora que hay una reforma laboral durísima encima de la mesa y una huelga general a las puertas. 'Habrá debate, sí, seguro, pero no se desaprovechará esta oportunidad', aseguraban varios dirigentes sin pestañear. El mismo Lara vino a expresar ese juicio cuando fue preguntado en su comparecencia: advirtió de que la federación andaluza ha suscrito 'un contrato' con los ciudadanos, y que no se movería 'ni un ápice' de ese compromiso. Pero las urnas han emitido un veredicto claro: que 'se dan las condiciones para que pueda haber una política distinta, a la izquierda, porque no quieren más derecha, quieren cambiar y cambiar por la izquierda'. 'Han cuestionado las políticas de derechas las practique quien las practique'. O dicho de forma más gráfica: 'La ola azul se ha estrellado en Despeñaperros y en los Picos de Europa. Rajoy tiene un problema'. El 25-M, siguió, 'deslegitima las políticas de Rajoy, los recortes, su reforma laboral, el ataque al Estado del bienestar, su entreguismo a los mercados y su ocultismo con los Presupuestos Generales del Estado'. 

Si Lara no fue más contundente no es por una cuestión de tibieza, sino por respeto a la decisión de los órganos de dirección. Este lunes se reunirán las cúpulas andaluza y asturiana y, por la tarde, los dos candidatos, Diego Valderas y Jesús Iglesias, viajarán a Madrid para participar en la Comisión Ejecutiva Federal. Después, Lara volverá a comparecer ante los medios, y con él los dos líderes regionales.

'La ola azul se ha estrellado en Despeñaperros y en los Picos de Europa'

La solución más plausible era la ya avanzada en las últimas semanas: con toda probabilidad IU investirá como presidente a Griñán para luego pasar a la oposición y, desde allí, atarle corto. La mayoría tan holgada que conforman PSOE e IU (59 escaños, cuatro por encima de la mayoría absoluta) permite incluso que diputados más reacios a prestar su apoyo a los socialistas, como el líder jornalero Juan Manuel Sánchez Gordillo, rehúsen respaldar a Griñán. La vía de entrar en el Ejecutivo se presume más complicada. Pero sólo de momento. 'En unos meses, ya se verá si conviene o no', reproducían varios responsables en Madrid, como lo hacían desde Sevilla. 

La euforia era incontenible en la sede federal, como demostró el cálido aplauso con el que su equipo arropó a Lara en su corta rueda de prensa. Ya con el goteo de los datos escrutados los dirigentes no podían reprimir su satisfacción. Pero cuando se confirmó el crecimiento en las dos comunidades y, sobre todo, el innegable papel de bisagra en Andalucía, se disparó. Y eso que parte del aparato se había desplazado al norte (Gaspar Llamazares) y al sur (José Luis Centella, Willy Meyer, Amanda Meyer...). Entraba en el guión: IU se hace decisiva en la comunidad más grande y poblada de España y en la segunda con mayor presupuesto, se hace fuerte en el escaparate más importante, se crece en la más poderosa trinchera de la izquierda frente a los hachazos de Rajoy. 

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